"Un campamento de okupas". Así definió ayer el futuro alcalde de Santiago, el popular Gerardo Conde Roa, la acampada de protesta en la plaza de O Obradoiro convocada por plataformas como Democracia Real Ya!. El movimiento del 15-M, en opinión del dirigente, molesta a los turistas que llegan al epicentro de la capital gallega. "No podemos tener este espectáculo en la plaza y se tiene que acabar", indicó ayer, justificando la necesidad de un desalojo por el efecto nocivo sobre el turismo.

El hasta ahora portavoz de la oposición ha tratado de ponerse en contacto con la Delegación del Gobierno para buscar "una solución" a las protestas pues existe el riesgo de que un turista llegue de Francia, Italia o Aranjuez, alegó Conde Roa, "pensando que va a ser una maravilla y llegar aquí y ver lo que hay".

Poco después de sus declaraciones, la cifra de acampados en la plaza registró un aumento hasta superar las 200 personas con 85 tiendas de campaña, que mantendrán su protesta de manera indefinida. La iniciativa surgió el pasado día 15 y llevó a la calle a miles de personas para protestar por un sistema económico injusto que priva de oportunidades.

La victoria de Conde Roa ya generó las primeras polémicas en la ciudad, pues sus críticas constantes desde la oposición a la sala NASA, acusándola de amparar actos en favor del terrorismo, llevaron a los directivos de la misma a anunciar su renuncia antes que negociar la renovación de ayudas públicas con el que será nuevo alcalde de la ciudad.