El Ministerio de Fomento prevé licitar obras públicas por un importe global de 10.000 millones de euros este ejercicio, de los que 5.000 millones corresponderán a proyectos a financiar con la colaboración del capital privado a través del Plan Extraordinario de Infraestructuras (PEI).

Así lo anunció el titular del departamento, José Blanco, que detalló que los otros 5.000 millones se sacarán a concurso con cargo a los presupuestos públicos y que, de confirmarse, superaría así al monto de unos 3.700 millones de obra pública licitados en 2010.

Las obras que Fomento prevé sacar a concurso corresponderán fundamentalmente a corredores que están pendientes de ser completados, especialmente de ferrocarril de Alta Velocidad (AVE), entre los que citó la conexión a Galicia, a Alicante, o Murcia, entre otras.

No obstante, durante su intervención en un foro de infraestructuras organizado por ABC, Alstom, Deloitte y OHL, Blanco insistió en que "España no volverá a tener los mismos niveles de inversión en obra pública".

"Una de las razones es que debemos cumplir con los objetivos de déficit, algo que va en el interés de todos, especialmente de las constructoras de obra pública, porque sin unas cuentas públicas sostenibles, difícilmente habrá más obra pública", argumentó el ministro.

Pero, para Blanco, la "razón más poderosa" del recorte de obra pública es que, tras el importante crecimiento registrado por la red de transportes española en los últimos años, "se deben dirigir mayor cantidad de recursos a su mantenimiento y conservación, que a construcción".

En este sentido, avanzó que el incremento del 'stock' de infraestructuras supondrá que en el horizonte de 10 años la inversión en conservación y mantenimiento ocupe la mitad de todo el presupuesto del Ministerio.

Trenes sin pasajeros

Blanco añadió una tercer argumento para el recorte, su convencimiento de que "la inversión en infraestructuras no puede ser un fin en sí mismo". "Los puertos sin mercancías, los trenes sin pasajeros y los aeropuertos sin aviones no son símbolo de progreso, sino de oportunidad perdida", declaró.

"No todo el mundo puede tener de todo y en todas las partes en materia de transportes. Los sistemas de transportes deben complementarse, no solaparse, si queremos que sean eficientes, competitivos y contribuyan al desarrollo del país", añadió Blanco.

Por ello, apostó por "dirigir" las inversiones a "aquellas inversiones que sean capaces de incrementar la competitividad del país y las empresas, que puedan apuntalar la recuperación del sector turístico e impulsar el transporte ferroviario y de mercancías".

Además, garantizó que, pese al recorte, España se mantiene como primer país europeo en cuanto a inversión en infraestructuras en relación al PIB.