Un tercio de las aguas costeras de Galicia se encuentra en mal estado. A esta conclusión ha llegado la Consellería de Medio Ambiente tras realizar el pasado año las primeras analíticas para comprobar si las rías gallegas cumplen con las normativas de calidad ambiental que marca la UE. Después de analizar 51 zonas repartidas por todo el litoral, se detectó que el 29 por ciento presenta un estado químico "malo". Entre las áreas contaminadas se encuentra la ría de Vigo, sobre la que pesa además la amenaza de una multa millonaria por parte de la UE por incumplir el tratamiento de aguas residuales urbanas. Esta advertencia se suma a la multa de 20 millones por contaminación a la cría de moluscos, que fue aparcada provisionalmente tras aceptar Bruselas el plan integral de depuración de la ría.

La propia Xunta es consciente de que una parte importante de las aguas costeras gallegas no reúne los estándares mínimos de calidad. Por primera vez en 2010 la Consellería de Medio Ambiente puso en marcha una red de control de sustancias peligrosas en aguas costeras. Los técnicos contratados por el departamento que dirige Agustín Hernández tomaron muestras en las rías, analizando por separado aquellas áreas próximas a los puertos y las aguas de transición, es decir, las zonas situadas en las desembocaduras de los ríos.

El diagnóstico fue que presentaban un "estado químico malo" las áreas situadas frente a Vigo y Moaña, en la ría de Vigo. También se detectó contaminación en la costa de Marín. En A Coruña incumplen las normas ambientales las aguas costeras de Corcubión, Bens, A Coruña y Ares. La zona de A Mariña tampoco pasó la criba.

Entre los puertos, los muestreos revelan que los de Vigo, Marín y Ferrol presentan índices de sustancias químicas por encima de los valores ambientales marcados por la UE.

Sustancias

Las analíticas reflejan que estas zonas presentan niveles elevados de metales como plomo, mercurio o cadmio además de sustancias como el benzo perileno o el benzo fluoranteno, que son hidrocarburos.

La deficiente depuración de aguas residuales es una de las principales causas de contaminación de las rías gallegas y podría además salir muy caro a las administraciones competentes. En Vigo la depuradora que se construirá en el Lagares –actualmente ya están en concurso el proyecto y la obra– servirá para frenar la multa de 20 millones de la UE por contaminación a la cría de moluscos. Si embargo, a esta sanción se sumó en abril una sentencia del Tribunal de Justicia comunitario que condena al Estado español por incumplir la Directiva 91/271/CEE sobre el tratamiento de aguas residuales urbanas en Vigo y en otros ocho concellos de Galicia –A Coruña, Santiago, Baiona, Tui, Noia, Ribeira, Cariño y Viveiro–.

Al problema del saneamiento la Consellería de Medio Ambiente añade otras razones como responsables del "mal estado" de las aguas: "las alteraciones del hábitat motivadas por actuaciones humanas como construcciones marinas, protecciones de márgenes o dragados...".

Al realizarse por primera vez el pasado año los muestreos en la costa, la Xunta no dispone de datos anteriores para comparar la evolución. "Estamos en el punto de partida y con ese punto de partida es con el que se plantea el objetivo de alcanzar el buen estado de calidad de las augas para el año 2015", explica el departamento de Agustín Hernández.

La consellería, sin embargo, no dispone de técnicos adecuados para vigilar el estado de las aguas costeras de la comunidad autónoma y, por esta razón, este año, en el que volverá a repetir las analíticas, dejará de nuevo la gestión de las redes de vigilancia en una empresa a la que pagará casi 600.000 euros.

Esta empresa demás de realizar las analíticas, se encargará de asesorar a la Consellería de Medio Ambiente para cumplir con las normas de calidad ambiental de la UE.