La crisis económica ha empujado a 41.617 habitantes a abandonar Galicia en los dos últimos años e instalarse en el extranjero. La práctica totalidad de estas personas son emigrantes retornados e inmigrantes, que a pesar de tener la nacionalidad española y estar empadronados en la comunidad gallega, deciden regresar a sus respectivos países ante la falta de oportunidades laborales y la difícil situación económica que atraviesa España. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), suman en total 425.216 los ciudadanos gallegos que ya tienen su residencia habitual en el extranjero.

Así consta en el Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE) a uno de enero de 2011. Se trata de un registro que realizan las oficinas consulares de cada país. Cuando un ciudadano español establece su residencia habitual, y no con carácter temporal, en el extranjero se da de alta en este padrón y, en el caso de los mayores de edad, son apuntados también en el CERA (Censo Electoral de Residentes Ausentes). Además el INE envía los datos a los ayuntamientos de procedencia para que puedan borrar a estas personas de sus respectivos padrones municipales.

Evolución

En Galicia el número de inscritos en el PERE se ha disparado un 10,8 por ciento desde el inicio de la crisis. Cuando la situación económica empezaba a complicarse en 2009 eran 383.599 los ciudadanos gallegos instalados en el extranjero. En un año se marcharon fuera otros 17.469 y el registro se incrementó a 401.068. Entre 2010 y 2011 abandonaron la comunidad gallega 24.148 ciudadanos más elevándose finalmente el padrón hasta los 425.216, es decir 41.617 más que en 2009.

La razón de este fuerte incremento está, por un lado, en el regreso a sus países de procedencia de los inmigrantes que en época de bonanza se instalaron en Galicia aprovechando las buenas expectativas laborales. Estos extranjeros se habían convertido ya en ciudadanos gallegos, puesto que no solo tenían la nacionalidad española sino que estaban empadronados. Sin embargo, con la crisis su situación económica y laboral empeoró y decidieron buscar refugio en sus países de origen.

Lo mismo ocurrió con los emigrantes e hijos de emigrantes que retornaron a Galicia y que, habiéndose establecido en la comunidad gallega, tuvieron que hacer de nuevo las maletas y marcharse.

A Coruña es la provincia con más ciudadanos viviendo en el extranjero. En el padrón están inscritos 149.072 coruñeses, de los cuales 13.695 se marcharon de la comunidad gallega en los últimos dos años.

De Pontevedra se fueron 10.183, de manera que suman ya 124.563 los ciudadanos procedentes de esta provincia instalados en el extranjero.

En Ourense causaron baja en dos años 9.837 ciudadanos que pasaron a engrosar el padrón de gallegos en el extranjero (95.139). Por último, en Lugo son 56.442 los vecinos que residen en el exterior. Un total de 7.902 se marcharon de la provincia lucense desde 2009.

En el conjunto de España también se incrementó el número de ciudadanos instalados en el exterior. Desde 2009 el Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero creció un 15 por ciento, es decir, más de 231.000 ciudadanos abandonaron el país para irse a vivir fuera desde el inicio de la crisis. En la actualidad el registro alcanza ya los 1,7 millones de personas.