Más grandes, más eficaces, con órganos de gobierno profesionalizados, pero sin perder su vinculación con el territorio. El perfil que presenta la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) para la foto de futuro del sector. Su director general, José María Méndez, mantiene que el proceso que están llevando a cabo era "necesario" y que las entidades "son conscientes" de que deben adaptarse a la nueva coyuntura para continuar siendo la mitad del sistema financiero. Una coyuntura difícil, aunque apasionante, y que las entidades tienen que convertir este desafío en "oportunidad" para crear "una nueva generación de cajas" de ahorros capaces de asumir los retos financieros y económicos.

"Para adaptarlo, lo importante es conservar los elementos que están en la base de la fortaleza, como la vinculación con el territorio, pero también transitar hacia más altos estándares de gobierno corporativo, reforzamiento de recursos propios y de competencia", subrayó Méndez durante la clausura del tradicional encuentro financiero anual que organiza Deloitte, ABC, SAP y Sociedad de Tasación. El número dos de la patronal asegura que si lo consiguen, las cajas responderán a las necesidades de los clientes y "sólo así seguirán siendo la mitad del sistema financiero", e insiste por enésima vez en que la respuesta de la cajas de ahorros tanto al contexto económico-financiero como al marco regulatorio es el "descomunal proceso de reestructuración", que ha reducido las cajas un año de 45 entidades a 14.

Cualquier crítica a los ritmos del proceso se ven en la CECA como desconocimiento de la complejidad de la situación, y que las cajas, además de formalizar su integración, tienen que salir a bolsa al mismo tiempo y buscar capital, "algo a lo que se están dedicando de pleno". "En eso está el sector de cajas –dice–, dedicando todo su tiempo, alma, corazón y vida".

Menos márgenes

La reestructuración, según Méndez, no sólo ha afectado al número de entidades, también va a suponer un aumento del volumen medio de los activos, "teniendo en cuenta el estrechamiento de márgenes que se está produciendo". "El tamaño medio –continúa– ha pasado de 28.000 millones de euros a 91.000 millones de euros, una dimensión que ya empieza a ser idónea para asumir los desafíos de la crisis". Entre las amenazas destaca la presión "importante" sobre los resultados. Méndez confiesa que no puede ser optimista sobre la recuperación de la morosidad.

En el encuentro, el presidente de Bankia sostuvo que algunas fusiones pueden "no ser viables". Lo que unido a las nuevas exigencias de capital desembocará, según Rodrigo Rato, en nuevos procesos de concentración. "En España hay experiencia de fusiones financieras y no todas tuvieron éxito. La estadística nos indica que ahora ocurrirá lo mismo", avisa.

"No basta con recapitalizar, lo importante es ver si cada entidad es capaz de pervivir", añade el director general de negocio de BBK. Con los recortes de plantilla y la necesidad de mejorar la eficiencia, Ignacio Sánchez-Ansiaín da por hecho una segunda ronda de reestructuración y la entrada de inversores. La caja vasca mantiene que los problemas en el sector son de gestión, no de naturaleza jurídica, por lo que insta a que las entidades que necesiten ayudas públicas releven a sus altos cargos.

Desde Ibercaja hablan de las debilidades internas, de que algunos proceso de concentración "no tienen la unificación de liderazgo y de culturas para que las ideas se conviertan en realidad". Por eso José Luis Aguirre, director general de la entidad aragonesa, indica que "buena parte" del sistema financiero español "lo tiene bastante difícil".