Galicia supera ampliamente la media estatal de fallecidos en accidentes de tráfico, a pesar de que en la última década redujo las muertes anuales, que pasaron de unas 400 de media a las 209 del año pasado. Para incidir en esta línea, la Xunta ha elaborado un Plan de Seguridad Vial 2011–2015 que supondrá una inversión global de 2.450 millones con el objetivo de reducir un 33% la cifra de muertos en las carreteras gallegas.
El conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, presentó ayer este documento en el que se definen 83 actuaciones para rebajar la tasa de muertos en accidentes de Galicia, que alcanza los 88 muertos por millón de habitantes, y alcanzar la media estatal, situada en cincuenta y cinco.
De las medidas que prevé poner en marcha este departamento, un 54% son novedosas, mientras que un 16% supone la modificación de actuaciones del plan en vigor y otro 30% del documento previo.
Hernández reconoció las dificultades para reducir la siniestralidad en Galicia, pues la red gallega acumula el 31% de todas las vías estatales hasta completar 17.546 kilómetros, a lo que se une la dispersión poblacional que obliga al uso frecuente del automóvil.
El documento se basa en siete objetivos: mejorar el transporte público, aumentar las conductas viales seguras, mejorar la seguridad en las carreteras, proteger a los peatones, aumentar la investigación en seguridad viaria, prestar apoyo a las víctimas y mejorar la colaboración entre las administraciones.
Casi cuatro de cada diez actuaciones del citado documento se refieren a la promoción de conductas responsables al volante a través de campañas de "sensibilización". Además, una mesa de coordinación "tutelará" las medidas para evitar la "descoordinación" del plan anterior.
El Plan Move, incluido
En el caso de las actuaciones para desarrollar entornos urbanos seguros, Hernández explicó que todas se incluyen dentro del Plan MOVE, que incluye la construcción de 35 alternativas para no circular por espacios urbanos y 53 supresiones de tramos de concentración de accidentes en dos años, trece de los cuales están en marcha actualmente. Desde el año 2005, la Xunta eliminó un total de 61 de ellos en las vías de titularidad autonómica.
Por su parte, el PSdeG censuró que la Xunta presentase este documento "con tres meses de retraso". El diputado Pablo López Vidal criticó al Gobierno por no haber sido capaz de "consensuar un nuevo plan tiempo" y vinculó su presentación con un objetivo electoral. "No se puede pretender ganar votos con las víctimas de asfalto", criticó a través de un comunicado, en el que denunció la "curiosa coincidencia" de presentar el plan de actuación a dos días de que entren en vigor las prohibiciones de la Ley Electoral.
"No cuentan con actores principales de la seguridad vial, como profesionales, asociaciones de víctimas, agentes sociales y demás fuerzas políticas", añadió.
