Las elecciones municipales del 22 de mayo tendrán medio centenar de candidatos que llevan más de dos décadas al frente de sus concellos. Otros tres experimentados regidores lo dejan tras más de treinta años gobernando. La mayor parte de los veteranos primeros ediles son del PP, 45, y, al margen de las siglas, todos tienen recuerdos en común.

Todos coinciden en señalar que cuando se sentaron por primera vez en el sillón de alcalde en sus concellos no había nada. O muy poco. Los primeros ediles apuntan al unísono al abastecimiento de agua potable, la iluminación pública, o incluso el suministro eléctrico, y el asfalto en los caminos como las prioridades que tuvieron en un primer momento. El regidor de Vilamarín, Amador Vázquez, rememora cómo en algunos núcleos "se entraba en burro". Las necesidades fueron cambiando, pero lo que no cambió, aseguran, fue la manera que tienen de tratar a los vecinos, que coinciden en que debe ser cercana y siempre abierta a sugerencias y reproches. La mayor parte de los regidores están seguros de que su éxito radica en su dedicación, en ofrecerse en cuerpo y alma a su ayuntamiento. Dar empleo, mejorar el aspecto de los barrios u ofrecer servicios adaptados a las necesidades son las alegrías de los veteranos regidores.

Algunos de ellos dan paso a otros, con la esperanza de que el voto no sea sólo personal y las siglas sigan gobernando, pero la mayoría todavía se ven con ganas de seguir. Porque la vida municipal engancha y porque necesidades todavía hay.