Las denuncias por vertidos en Galicia se han duplicado el pasado año con respecto a 2009. La cruzada que la Xunta mantiene en los últimos años contra la contaminación en los ríos y las rías gallegas ha servido para aumentar la concienciación de los ciudadanos, que no dudan en alertar al servicio de emergencias 112 cuando sospechan de un episodio de polución. En 2010 fueron 261 los avisos que llegaron a la Consellería de Medio Ambiente, la mitad de ellos en la provincia de Pontevedra. Sin embargo, esta mayor sensibilización no se ha traducido en más sanciones. Menos de la mitad de estas alertas terminan en multa. El departamento de Agustín Hernández impuso el pasado año 121 sanciones –solo cuatro más que en 2009– por valor de 727.999 euros, una cantidad un 42 por ciento inferior a la del año anterior.

La razón de que no todas las denuncias terminen en multa son varias. Lo más habitual es que los técnicos lleguen a la zona donde se dio aviso del vertido pero no sean capaces de averiguar cual es su origen y, por lo tanto, quién es el responsable. De hecho, de las 261 alertas registradas en 2010, en medio centenar de casos no se consiguió localizar la fuente de contaminación.

También puede ocurrir que aún existiendo el vertido éste no sea tóxico o esté autorizado y, por lo tanto, no daría pie a la apertura de un expediente sancionador. Menos son los casos en los que la denuncia resultó ser una falsa alarma. Esto solo sucedió en ocho de las 261 denuncias presentadas en 2010.

Sensibilidad

Desde la Consellería de Medio Ambiente se aclara que el hecho de que se duplicaran los avisos por contaminación el pasado año –en 2009 solo hubo 131– se debe "no solo a que se produjeran más vertidos que el pasado año sino también a que la sensibilidad por estos temas va creciendo".

Por zonas es la provincia de Pontevedra donde se concentraron en 2010 la mitad de las alertas (un total de 127). En el centro, que abarca desde la Ría de Arousa hasta Malpica se recibieron 62 avisos por vertido. En el área norte fueron 72, según los datos del departamento de Agustín Hernández.

Los ayuntamientos son los principales responsables de los vertidos en Galicia, muy por encima de las industrias. La causa suele estar en unos deficientes sistemas de saneamiento, depuración y alcantarillado.

En 2010 la mitad de las sanciones impuestas por la Xunta fueron por vertidos de carácter doméstico-urbano. Y estos episodios, lejos de resolverse con los años, van en aumento. El año pasado se impusieron 60 multas por esta causa, un 22 por ciento más que en 2009.

Por el contrario, la contaminación que ocasionan las industrias se redujo en 2010, pasando de las 34 multas registradas en 2009 a solo 25 el pasado año.

Del total de 121 sanciones impuestas por la Consellería de Medio Ambiente solo una afectó a la Ría de Vigo, en este caso, por un vertido industrial sin autorización. La Xunta impuso una multa de 12.000 euros a la empresa responsable. A mayores se tramitaron otros seis expedientes sancionadores, que resultaron sobreseídos o archivados.

No solo no hubo un incremento sustancial de sanciones en 2010, sino que la cuantía que recaudó Medio Ambiente en concepto de multas fue un 42 por ciento más baja. Así del millón de euros que se ingresaron en sanciones en 2009 se pasó a solo 727.999 el pasado año.

En cualquier caso, aún hay 18 expedientes sancionadores que están en tramitación y que la Consellería de Medio Ambiente todavía no ha resuelto.