Donde antes hubo críticas, ahora habrá lealtad institucional. El presidente de la Xunta matizó ayer sus declaraciones del miércoles en el Parlamento, donde se escudó en su falta de competencias para contener las cifras del paro, y cambió su discurso respecto al Gobierno central, prometiendo enterrar sus críticas por el incremento del paro.

Tras dos años de ataques constantes a Zapatero, Alberto Núñez Feijóo anunció que no volvería a culparlo de las cifras de desempleo y tampoco sacaría pecho en caso de que Galicia mejorase sus datos. "No me verán nunca en una rueda de prensa, cuando baje el paro, decir que es porque la Xunta lo hace bien y cuando se incremente porque el Gobierno de España lo hace mal", prometió un día después de culpar a Moncloa de zancadillear el crecimiento gallego. "Galicia podría crear más empleo si las medidas que tomamos los jueves en el Consello no las deshacen los Consejos de Ministros de los viernes", declaró 24 horas antes.

Al mensaje conciliador le siguió un rejonazo al bipartito, con el que Feijóo trazó una diferencia fundamental a la hora de afrontar el paro, un gobierno, además, al que sí reprochó no ejercer sus competencias contra el desempleo cuando en 2009 el paro se disparó en 50.000 personas. En 2010, se cerró con 37.000 más. "Entonces, las políticas económicas socialistas [de Zapatero] estaban validadas por el bipartito, yo no las validé", argumentó antes de recordar que "por negar la crisis los gallegos debemos devolver ahora 500 millones anuales", en alusión a la deuda de 2.600 millones al Estado por anticipos de los años 2008 y 2009.

Tras la reunión de su Consello, Feijóo matizó su intervención del día anterior y explicó que la Xunta tiene las manos atadas a la hora de luchar contra el paro. "No podemos asumir las competencias que no tenemos", indicó. Y las enumeró: es el Gobierno central quien abordó las reformas laboral y fiscal, el recorte de las pensiones o el aumento de la factura eléctrica para ciudadanos y empresas.

Feijóo tiró de memoria para rebatir la carta enviada por el líder del PSdeG, en la que le recordaba todas las competencias que tiene la Xunta en materia de empleo. El presidente atribuyó esas transferencias al mandato de José María Aznar e indicó que únicamente permiten a la Xunta "ejecutar las política que marca el Gobierno central".

La oposición se lanzó al unísono a por Feijóo. Si el miércoles, PSdeG y BNG lo martillearon con el paro, ayer elevaron el tono de sus críticas. El más ácido fue el portavoz parlamentario socialista, Abel Losada, que tachó al presidente autonómico de "incompetente sin competencias", al tiempo que lo acusó "mentir y falsear los datos".

El hecho de que Galicia sea la comunidad que más paro destruyó el año pasado (20,9% frente a un 8,6% de media estatal), argumentó Losada, muestra su "incapacidad" y lo ha obligado a "buscar coartada en una nueva afrenta con el Gobierno de España".

Losada compareció ante la prensa en el segundo asalto del combate que su líder inició en el Parlamento con la cuantía que Moncloa ha puesto en manos de la Xunta para combatir el desempleo: casi 250 millones.

Por su parte, el diputado nacionalista Henrique Viéitez culpó a Feijóo de "registrar 373 parados" desde su llegada a la Xunta mientras otras comunidades, como el País Vasco, "fueron capaces de crear puestos de trabajo". Su compañera de formación, Tereixa Paz, le reclamó "que se quite la camiseta de comercial del PP y se ponga el traje de presidente".

"Valoraremos el CES"

Por otro lado, Feijóo evitó concretar si la Xunta modificará el anteproyecto de Ley de Familia tras el informe del Consello Económico e Social que considera el texto "patriarcal" y que supone un "retroceso" en los derechos de la mujer. "Será valorado por la Xunta", se limitó a decir.

También adelantó que estará "alerta" ante las negociaciones entre Moncloa y Cataluña para saber si finalmente se permite a ésta superar el límite de endeudamiento del 2,4%. "Se sustituyen por ruedas de prensa los acuerdos del Consejo de Política Fiscal", lamentó.