Con tanto golpe como han recibido en los últimos días, a veces directamente, otras enmascarados en declaraciones a favor de los dictados del mercado, las cajas salen en bloque a defender la fortaleza de su gestión. Después de la carta que Isidro Fainé, líder de la patronal del sector y máximo responsable también de la entidad de ahorros de referencia en el país, La Caixa –por cierto, pionera en adaptarse al nuevo escenario con la reforma de la Ley de Órganos de Representación (Lorca)– recibió de la vicepresidenta Salgado para apuntar algunos detalles más sobre el real decreto de la reestructuración del sistema, el mensaje es claro. "Las cajas de ahorros cuentan con unos niveles de solvencia muy altos. Todas se encuentran, a día de hoy, por encima del 8% de capital principal, una ratio superior a la establecida por las autoridades internacionales para el año 2013", sostiene la CECA en un comunicado, apuntalado por su director general, José Antonio Olavarrieta. El nivel del 10% para aquellas que no coticen o carezcan de inversores privados es algo más prohibitivo, aunque la confederación de cajas mantiene que "una inmensa mayoría" sí lo cumple.

Pese a que definitivamente habrá diferencias en los mínimos de solvencia para bancos, con un 8%, y las cajas que pretendan seguir como entidades de ahorro –con un 10% y la opción que se guarda Economía de aplicar un porcentaje todavía más alto si el Banco de España lo considera tras analizar sus cuentas–, la CECA, que ya manifestó en su momento que no estaba de acuerdo, optar ahora por mantener la calma. Porque las negociaciones para cerrar el real decreto todavía están abiertas. "Las cajas y la CECA –continúa la nota– van a seguir trabajando con el Ministerio de Economía en la elaboración del plan para el reforzamiento del sistema financiero, con el fin de lograr, entre otras cuestiones, una mayor claridad en la definición del capital que se exigirá a lasa entidades para reforzar su solvencia y plazos de realización, así como en la mayor concreción respecto del concepto de financiación en los mercados mayoristas".

Porque las entidades de ahorro afirman, rotundas, que la apuesta por la solvencia es "propia" y "una característica" de su modelo "tradicional". "Afortunadamente, la situación de las cajas en España es de un alto nivel", explica Olavarrieta, que afirma, además, que las 20 principales instituciones financieras europeas no lograrían tocar el 10% que se les exige ahora a ellas. El número dos de la patronal, a punto de jubilarse, mantiene que hay margen para "el optimismo", pese a la evidencia de que existe "un celo más acusado" sobre las cajas que sobre los bancos. "Hace falta que todos los bancos cumplan ese 8%", deja caer.

Desde el sector recuerdan su transformación en estos momentos a raíz de la modificación de la Lorca, "que permitirá al final del proceso obtener una mayor capitalización y, por consiguiente, una solvencia aún mayor". "Esta reforma comenzó en julio del año pasado, fue consensuada por las autoridades económicas y de regulación, por un lado, y las propias cajas y la CECA, por otro, y, como es conocido, permite a cada caja elegir entre las distintas posibilidades para recapitalizarse", indica la patronal. Una referencia clara a, por un lado, todos los Sistemas Institucionales de Protección (SIP) abiertos, alrededor de una ficha bancaria y la vía, por lo tanto, para captar capital privado e incluso salir al parqué; por otro, a los tiempos que acumula el reordenamiento y que las cajas siempre defendieron como "récord", pese a los profundos cambios que estaban viviendo.

Para todos

Pese a que la hoja de ruta inicial que abrió el Gobierno preveía alrededor de un 8% de core capital y "algo más" para las cajas en concreto, Salgado niega que se haya elevado realmente el porcentaje. "No hemos subido nada", sostiene la vicepresidenta económica. La cifra no está pensada solo para las cajas de ahorros, como "algunos" han querido interpretar, sino que hace referencia a todas las entidades, de cualquier naturaleza, que no coticen en Bolsa o no tengan al menos el 20% de presencia de inversores privados en su capital. "Con toda seguridad, muchas podrán estar en el 8%", dice, cuando el decreto cumpla todos los trámites y se haga la evaluación del Banco de España.