Unas ocho cajas, entre ellas la gallega, tendrán que hacer un gran esfuerzo de aquí a septiembre para captar capital y alcanzar el mínimo de solvencia que exigirá el Gobierno de España, tras la aprobación de un real decreto a mediados de febrero. El Ejecutivo de Zapatero exigirá a las entidades de ahorro un 8% de core capital (los fondos propios con que puede responder una entidad frente a todos los activos ponderados de riesgo), pero este porcentaje se elevará hasta el 9 o 10% si estas entidades no cotizan, no tienen una participación significativa de inversores privados o sufren una alta dependencia a la financiación en el mercado superior al 20% de sus activos. Es decir, las cajas. Los detalles de la norma aún no se conocen, pero los directivos de estas entidades ya hacen cuentas, estudian las opciones y unas cuantas empiezan a moverse a la búsqueda de financiación. Así está el mapa de las cajas a día y ordenadas de mayor a menor en función de sus activos:

Bancaja Madrid. El SIP de Caja Madrid y Bancaja y otras cinco cajas ha creado el Banco Financiero y de Ahorros y el viernes aprobaron transferir los activos y pasivos de su negocio bancario minorista al banco que, a su vez, cede la gestión de dichos activos y pasivos a las cajas. De este modo, las cajas mantienen su naturaleza de entidades de ahorro y el nuevo grupo funciona como una única entidad, que es el tercer banco del país por tamaño. El SIP calcula que su core capital es del 7,3%, así que debe buscar inversores privados que le ayuden a cumplir con el nuevo mínimo de solvencia exigido por el Gobierno. Pese a ello, el presidente de Caja Madrid y ex ministro de Economía, Rodrigo Rato, no fue crítico con el plan de Salgado. Agradeció “el marco estable” creado y aseguró que “actuará en consecuencia”.

La Caixa. La entidad catalana, la segunda en activos en España, se ha adelantado al resto y en la misma semana que Salgado fuerza a las cajas a salir al mercado a captar capital privado, La Caixa anuncia que a partir de julio traspasará su negocio financiero a un banco, un proceso en el que llevaba trabajando desde el verano. La Caixa seguirá siendo una caja de ahorros, y mantendrá la obra social. “Es cambiar para preservar lo esencial”, defendió su presidente, Isidro Fainé. La previsión es que en julio su core capital sea del 10,9 por ciento.

Cajastur-CAM. El SIP de Cajastur, CAM, Caja Extremadura y Caja Cantabria lleva la delantera. Las cuatro entidades ya han traspasado todo su negocio financiero y las participadas al Banco Base, de tal modo que, a diferencia del SIP de Caja Madrid, las cajas realizarán la actividad financiera vía indirecta. Su core capital es del 8,2%, con lo que cumpliría el mínimo de solvencia para las entidades cotizadas.

Catalunyacaixa. Un core capital de 5,26% señala a Catalunyacaixa, fusión de Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa, como una de las principales candidatas a la seminacionalización en septiembre. Banco Sabadell, la opción de Artur Mas para evitar la intervención del Banco de España, ha rechazado la oferta, al menos por ahora.

Novacaixa. Sabemos que no cumple el nuevo objetivo fijado por Elena Salgado, pues su plan de negocio era alcanzar el 7% de core capital en 2015. Sus directivos apuestan por seguir siendo caja, pero explora “todas las posibilidades”.

Banca Cívica. El grupo de Caja Navarra, Caja Burgos, Caja Canarias y Cajasol reconoce un core capital del 7,64% y ya busca desde hace meses inversores privados. Mantuvo conversaciones con JC Flowers, que no fructificaron, y ahora parece interesado Ram Bhavnani, empresario e inversor que amasó su fortuna con participaciones en bancos españoles como Bankinter.

Banco Mare Nostrum. El Sistema Institucional de Protección (SIP o fusión fría) de Caja Murcia, Caja Granada, Caixa Penedés y Sa Nostra también se mueve ya a la búsqueda de inversores. En febrero, tiene programada una presentación en Londres. Con la ayuda del FROB, su core capital es del 8,4%, pero sin esta inyección pública se rebaja al 6,1%.

BBK. Su presidente, Mario Fernández, destacaba ayer mismo que la integración de CajaSur en el grupo le permite “continuar siendo líderes en solvencia”, sin haber recibido “ayuda alguna de capital” por parte del FROB y con “unos coeficientes” para “cumplir sin problemas” las nuevas exigencias de capital planteadas por el Gobierno. Su core capital es del 9,03 por ciento.

Caja España-Duero. Necesitaría conseguir antes de septiembre en torno a 1.300 millones de euros para elevar su core capital, que ahora es inferior al 6 por ciento. Empezó a operar como entidad única en octubre y ante las nuevas exigencias de solvencia baraja la transformación en un banco con el fin de poder acudir al nuevo fondo de capitalización anunciado por la vicepresidenta Elena Salgado, informaba ayer el diario Expansión.

Ibercaja. La caja aragonesa está tranquila. Su core capital a cierre de 2010 es del 9,7%. Ibercaja no se movió el pasado año, cuando el mapa se redujo de 45 a 17 cajas, fruto de una primera oleada de fusiones, y ahora subraya que su prioridad es seguir siendo una caja de ahorros, es decir prestar servicios financieros sin olvidar la obra social.

Unicaja. También esta entidad andaluza respira tranquila. Su core capital a septiembre de 2010 es del 13,4%. Cumple con creces los nuevos mínimos de solvencia fijados por el Gobierno de España. Igual que Ibercaja, tampoco se movió en la primera oleada de fusiones, aunque lo intentó sin éxito con CCM y CajaSur. En el sector, ahora se especula que las dos entidades son candidatas a liderar futuras fusiones.

Unnim. La fusión de Caixa Sabadell, Caixa Terrasa y Caixa Manlleu, ya reaccionó al anuncio del plan de Elena Salgado. Con un core capital de 6,22% a septiembre de 2010, el viernes acordó iniciar los trámites para crear un banco dentro del grupo que será titular de la actividad financiera. También prevé mantener su obra social “sin variaciones sustanciales”.

Kutxa. Los planes del Gobierno para completar la reestructuración del sector financiero no asustan a Kutxa, cuyo core capital a septiembre de 2010 es del 12,51%. La caja vasca no participó en las fusiones del pasado año y aspira algún día a cumplir su ambición de fusionarse con BBK y Vital.

Caja 3. El grupo integrado por CAI, Caja Círculo y Caja Badajoz que se alió sin pedir ayudas públicas del FROB tampoco está preocupada por los nuevos requerimientos de solvencia del Ministerio de Economía. Un core capital del 9,5 se lo permite. Su prioridad es seguir siendo caja de ahorros.

Caja Vital. La tercera caja vasca tampoco se fusionó en la primera fase de la reordenación del sector y la entidad alavesa llega a la segunda etapa con recursos para superar la prueba del Gobierno de España y poder seguir siendo caja de ahorros. Su core capital es del 11,88%. En todo caso, sus directivos querrían ganar tamaño y así pretenden un SIP con la vizcaína BBK, que acaba de integrar a la andaluza CajaSur.

Ontinyent. La filosofía de esta caja valenciana es continuar en solitario y hasta ahora ha rechazado las invitaciones a diferentes alianzas. Con un core capital del 8,01 por ciento a fecha de junio de 2010, el Gobierno central se lo acaba de poner difícil al elevar el mínimo de solvencia a un 9 o 10 para las que no coticen, no tengan una participación significativa de inversore privados o sufran una alta dependencia a la financiación en el mercado superior al 20% de sus activos.

Caixa PollenÇa. El tamaño no siempre importa se demuestra en el caso de esta caja balear. Con unos activos de 344 millones de euros, una veintena de oficinas y una plantilla que no alcanza el centenar de empleados, puede presumir de un core capital del 10,59%, a junio de 2010. La clave de su éxito fue que no atendió los cantos de sirena del negocio inmobiliario y mantuvo su negocio dentro de su área natural de influencia, las Islas Baleares. Aspira a seguir siendo una caja de ahorros.