Novacaixa admite abiertamente que no llega al mínimo de solvencia que el Gobierno impone al sector para reforzar la confianza de los mercados, y ya se ha puesto a "trabajar" en la búsqueda de la inyección de capital que necesita, pero no desvela sus planes para cumplir objetivos. Eso sí, muestra el esperado informe de la relación de su negocio con el ladrillo en un intento de disipar dudas sobre su fortaleza, y así subraya que su exposición es menor que la media del sector y que "el plan de saneamiento" puesto en marcha es "profundo" y ya empieza a dar resultados. La cúpula directiva justifica la notificación, pasadas las ocho de la tarde a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en que ayer finalizaba el plazo que el Banco de España marcó al sector para su streatease inmobiliario, pero lo cierto es que solo han transcendido hasta ahora sus datos y los de la integración leonesa. La llamada exposición al riesgo en vivienda asciende a 30.363 millones, un 55,6% de todos activos, de los que 13.750 son los más delicados, pues están en préstamos a promotores y en inmuebles y suelo que llegaron a manos de la caja por impagos. En todos los parámetros, Novacaixagalicia defiende su política de cobertura de riesgos –es decir, de provisiones para anticiparse al deterioro por el pinchazo de la actividad– y que está "por debajo del sector".

Y así arranca su comunicación. Con una declaración de intenciones. Al fin y al cabo, hasta la propia Xunta reconocía en los primeros pasos para forzar el matrimonio que uno de los principales peligros de la operación era éste. "En el proceso de fusión Novacaixagalicia ha realizado un profundo saneamiento de su cartera de activos con cargo a reservas, que supone anticipar al momento actual la posible pérdida en la cartera", aseguran en la entidad. ¿Cómo? Pues contabilizando como créditos morosos parte de los que todavía no lo son, una hucha de 399 millones ante la caída de precios de la vivienda y aplicando los ajustes necesarios en la valoración tanto en la parte de renta fija como la variable. En concreto, y sin desvelar cuáles son el resto de entidades financieras que le preceden o siguen, Novacaixagalicia se autocoloca en el puesto 17 del ranking en función del volumen de préstamos en vivienda sobre el total de activos.

El interés se centra en el capítulo concreto de los créditos a los promotores y constructores. De los 11.150 millones de euros concedidos, hasta 2.527 son dudosos y otros 1.911 podrían quedarse también por el camino, lo que en lenguaje financiero se califica subestándar. La suma de ambos dispara la morosidad inmobiliaria al 39,8%.

Como escudo, Novacaixagalicia tiene reservados 1.269,27 millones, una cobertura cercana al 47% teniendo en cuenta el exceso del importe bruto de cada crédito sobre el valor de los derechos reales que se reciben en garantía. El colchón llega al 70,8% en el caso de los préstamos dudosos y al 71% entre los subestándar. Con las provisiones genéricas, la protección alcanza, según la entidad, al 90,8% del dinero que quedaría en el aire en comparación con el aval. La tasación de las garantías, a cierre de 2010, asciende a 14.646 millones, lo que suponen 3.500 millones por encima del volumen de los créditos.

¿En qué situación están las promociones amparadas por la caja? Con garantía hipotecaria, el 83%, más de 9.200 millones de euros. Algo menos de la mitad de los proyectos están finalizados "y en fase de comercialización". Otros 1.887,96 son edificios todavía sin terminar. El 75% de las operaciones con suelo de por medio cuentan con los derechos de urbanización, donde, destaca la entidad, "el riesgo de depreciación es sensiblemente más bajo". En todo caso, todo este conjunto de activos choca frontalmente con la paralización del negocio inmobiliario, freno en las ventas, freno en la edificación y caída constante de los precios.

Los impagos entre las familias no tiene nada que ver con los niveles entre los empresarios del ladrillo. Novacaixagalicia declara una morosidad de las hipotecas de un 1,74%, cuando, según la entidad, la media en el conjunto del sector del ahorro estaba situada el pasado septiembre en el 2,61%. "La elevada calidad del riesgo –mantiene– se corresponde con una prudente política de concesión de tal modo que más del 86% de los créditos se otorgaron por un importe inferior al 80% del valor de tasación del inmueble".

La quiebra de promotoras y los impagos han provocado que la cartera de activos inmobiliarios supere los 2.616 millones de euros, con una revisión de la tasación reciente que los eleva a más de 3.000. Edificios o suelos como pago en prenda de créditos que no se pueden asumir. De familias provienen solo 357,67 millones. Más de 1.150 millones es suelo, 530 millones en viviendas terminadas y casi 415 están aún levantándose. Aquí también es obligatorio hacer provisiones, porque las propiedades se devalúan en paralelo al pinchazo del sector, con 909 millones.

En la misma comunicación a la CNMV, la caja gallega aprovecha para notificar que el 84% de su crédito se financia con los depósitos de clientes, lo que supone una respuesta a las supuestas necesidades de dinero en los mercados mayoristas, y que su liquidez cubre el 120% de los vencimientos de deuda hasta 2013. Otra prueba más de que el informe llega como arma de defensa ante el revuelo levantado con la amenaza de bancarización del Ministerio de Economía para las ´cajas que no lleguen al 8% de recursos propios de calidad, de core capital, este año.

No hay comentarios oficiales de la caja, que, eso sí, reconoce que no estará entre las que cumplan, sin decir cuál es su core capital actual. Así que Novacaixagalicia tendrá que abrirse al capital privado, algo de lo que se resiste a hablar. Los planes no son otros que "trabajar" para conseguir adaptarse a las nuevas exigencias, a la espera de que se concrete el real decreto con las nuevas normas. "Hay que analizarlo todo", coinciden varios directivos.