La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) salió ayer en defensa de su papel antes y durante el temporal de viento y lluvia que anegó el sur de Galicia la semana pasada, pero haciendo también autocrítica por una previsión que, reconoce, se quedó corta por momentos. Tras los reproches de la Xunta a la agencia (la única competente para decretar una alerta meteorológica en Galicia), el delegado territorial de la Aemet en la comunidad, Francisco Infante, consideró que "en conjunto" el episodio de fuertes lluvias que la semana pasada afectó principalmente a la provincia de Pontevedra y el suroeste de A Coruña "fue diagnosticado y previsto de forma correcta". No obstante, admite también ciertos "errores" en el pronóstico en vista de la cantidad de agua que se recogió en algunas zonas. "En determinados momentos, sobre todo en lo que respecta al día 6 de enero, se subestimaron las precipitaciones previstas", reconoce

Según la Aemet, entre los días 4 y 8 de enero se recogieron en Pontevedra capital 246,8 litros por metro cuadrado, "un 20% más de los 200 litros previstos", admite Infante. La ciudad del Lérez no fue la única en la que se rebasaron las estimaciones, pero el delegado de la Aemet explica que un "error del 20% o del 30%" en las previsiones de lluvia es "admisible". "La meteorología no es una ciencia exacta", indica.

Pese a esta autocrítica, Infante rechaza la supuesta responsabilidad de la Aemet en la respuesta que se dio ante las inundaciones ya que, insiste, hay que diferenciar entre la valoración del riesgo meteorológico y la que hagan las autoridades para mitigar los riesgos. "Las competencias de la agencia finalizan con la emisión del aviso y los protocolos de actuación que se activen para minimizar los riesgos ya no son competencia nuestra", razona.

Asimismo, Infante aclara que el factor determinante en este caso no fue "la intensidad de la lluvia, sino su acumulación durante varios días". En este sentido, explica que "meteorológicamente el nivel de riesgo amarillo fue adecuado". "El problema surgió sobre todo al concatenar tres días seguidos de alerta amarilla", aclara.

La Xunta criticó que el nivel de alerta no se adecuó a la intensidad real de las lluvias, a lo que Infante responde que "el aviso es un pronóstico y la previsión es un valor medio que se hace para zonas amplias, no a nivel local".

De cara al futuro, Infante admite que, como a raíz de cualquier episodio fuera de lo normal, se estudiará "por qué se produjo" y se "tendrá en cuenta" para tratar de "mejorar". Pero tras un primer análisis de los datos reconoce que, aún siendo "por poco frecuentes", las lluvias de la semana pasada no fueron "únicas". Durante los diez primeros días de mes "se acumularon en Pontevedra 262,4 litros por metro cuadrado". En 2006 se dieron tres episodios similares por encima de los 260 litros.

Estas lluvias provocaron que el nivel de ocupación de los embalses gallegos aumentase un 16% y pasase del 68,9% de la semana pasada al 85,1%, según la Consellería de Medio Ambiente.

De este modo, la cuenca Miño-Sil está al 88,7% de su capacidad, Galicia-Costa al 79,83; y A Limia al 55,1%. Ésta ha sido la que más ha crecido, pues la semana pasada se encontraba al 35,8%.