No solo los padres tendrán que implicarse más para que el clima escolar en los colegios gallegos sea óptimo, que ya lo es, porque solo uno de cada 400 alumnos tiene algún tipo de problema en las aulas. Aún así, según consta en el anteproyecto de ley de convivencia que ultima la Xunta, conviene mantenerlo y, sobre todo, prevenir. Esta nueva normativa que anima a la participación traerá también más tareas, en materia de convivencia, para la dirección de los colegios y sus claustros. Cada centro tendrá que elaborar un plan de integración para estudiantes con comportamientos disruptivos y, a mayores, un docente designado por el colegio se encargará de controlar y proteger a los escolares en caso de acoso.

Así consta en el anteproyecto de ley de convivencia y autoridad docente que todavía no ha sido aprobado por el conjunto de la comunidad educativa. Está en fase de consulta por parte del Consello Escolar y del Observatorio Galego para a Convivencia. A la espera de que pueda producirse algún cambio sobre el borrador que ha sido enviado a los distintos agentes que participan en el proceso educativo en la comunidad gallega, el texto, que por primera vez aborda en el plano legislativo el tratamiento de las situaciones de acoso escolar, indica que en cada centro tendrá que haber un responsable de "atención a la víctima". "Entre las medidas estará, necesariamente, la designación por la persona titular de la dirección del centro o titular del centro concertado de un responsable de atención a la víctima entre el personal del propio centro docente, para garantizar el derecho de la misma a la protección integral que esta ley le reconoce, sin prejuicio de la intervención de una mediación más profesional en caso de que la situación presente una gravedad especial", dice el anteproyecto de ley.

Con todo ello, la Administración pretende "consagrar los principios de protección integral de las víctimas", con el objetivo de superar la práctica según la cual "la única solución que se admite en estas situaciones es el traslado de la víctima de centro docente, mientras los acosadores ven triunfar, en cierta manera, su actitud antisocial y contraria a la convivencia".

Los colegios tendrán que incorporar a los planes de convivencia "protocolos para la prevención, detección y tratamiento de las situaciones de acoso escolar, que prevén la realización de campañas de sensibilización de todos los miembros de la comunidad educativa contra el acoso escolar, y el establecimiento de canales específicos que faciliten la exteriorización de estas situaciones por las víctimas", añade el borrador.

Las medidas correctoras que establece este anteproyecto de ley (ver gráfico) "apenas se modifican con respecto al elenco actual, ya que la experiencia de su aplicación práctica demuestra que esa configuración es esencialmente acertada y operativa", explica Educación en el documento legislativo. Esto quiere decir que los castigos para corregir determinados comportamientos disruptivos por parte del alumnado quedan como estaban hasta ahora porque dan resultado. Cambian solo los plazos.

¿En la práctica? Ante una falta grave, se le pedirá al alumno que se quede, fuera de horario lectivo, para realizar las tareas (educativas e integradoras) que el claustro considere. De no funcionar, se le suspenderá su derecho a participar en actividades extraescolares. Si no es suficiente, se ordenará un cambio de aula. A partir de ese escalón de medidas correctoras, si el problema puntual aún no está solucionado, se pasará al tema de las expulsiones: primero de ciertas clases (entre cuatro días y dos semanas) o de todas (entre cuatro días y un mes en casa). Por último, se tanteará un cambio de colegio. Lo que sí es novedad y requerirá la implicación de los centros, es que cada colegio, a través de su departamento de orientación, tendrá que elaborar "programas de habilidades sociales para alumnos que incurran reiteradamente en conductas disruptivas, con el fin de mejorar su integración en el centro". Este plan, a modo de reinserción educativa, también se aplicará a los explusados cuando retomen sus clases.