El secretario general del PSdeG, Manuel Vázquez, está decidido a dar un golpe de autoridad y renovar el núcleo duro del grupo parlamentario, empezando por su portavoz, Xaquín Fernández Leiceaga. Es una respuesta a la rebelión del pasado sábado de los diputados, entre ellos Leiceaga, que quieren ir en las listas municipales pero se oponen a renunciar a su escaño en la Cámara autonómica antes de las elecciones, tal como les exige su líder, y sin que la incompatibilidad afecte ya a los parlamentarios en Madrid.

Vázquez consultó ayer con algunos diputados la posibilidad de apartar a Leiceaga de la portavocía y de aprovechar para introducir más cambios. El líder socialista sopesa también despojar de responsabilidades en el grupo parlamentario a Modesto Pose, que es el secretario provincial del PSOE en Pontevedra, a Mar Barcón, que es la número dos del PSdeG, y al diputado coruñés José Manuel Lage, aunque éste último, a diferencia de los anteriores, no aspira a ir en las listas municipales.

El secretario general habría confesado que no confía en Leiceaga y no se siente cómodo con alguien que es su número dos en el Parlamento pero cuestiona abiertamente sus decisiones.Por ejemplo, discreparon publicamente en la fusión de las cajas y ahora en la fórmula para aplicar la máxima de un cargo, una persona.

Fuentes socialistas también confirman que Vázquez ya habría comunicado a Leiceaga su decisión de no seguir contando con él y Leiceaga ya ha dado por hecho ante sus compañeros que no continuará como portavoz. La incógnita es el nombre de su sucesor. El secretario general del PSdeG y sus dirigentes de confianza apostaron ayer por la máxima discreción. Entre los diputados suena con fuerza el vigués Abel Losada, quien ayer rehusó valorar la polémica desatada en el seno de su partido.

El sector crítico reaccionó con "asombro" y máxima cautela ante lo que consideran una "irresponsabilidad" por parte del secretario general, al que acusan de abrir el sábado una brecha en el seno de la ejecutiva, donde "catorce dirigentes se posicionaron en contra de su fórmula para aplicar la máxima de una persona, un cargo". Y ahora tres días después, denuncian,"divide" al grupo parlamentario. "Se arriesga demasiado", advierten los rebeldes, que recuerdan que Vázquez debe someter a votación su propuesta de relevo de Leiceaga en la ejecutiva, pero también en el seno del grupo parlamentario. "La votación puede ser ajustada", pronostican y aseguran que no sería la primera vez que un secretario general del PSdeG es incapaz de descabezar al portavoz ante la negativa de los demás diputados.

Vázquez convocó ayer mismo una nueva reunión de la comisión ejecutiva del PSdeG para el jueves, solo cuatro días después de la ejecutiva en la que se evidenció la división en la dirección de los socialistas gallegos a cuenta de cómo aplicar la máxima de una persona, un cargo. Vázquez con esta reunión quiere dejar claro que la máxima de "una persona, un cargo" se aplicará, pese a la oposición interna, y también está dispuesto a apartar de puestos de confianza y responsabilidad a quienes discrepan con él. Sería el caso de Leiceaga,aunque al final todo podría presentarse como una decisión pactada, donde unos abandonan el Parlamento para ser candidatos a concejal, lo que obliga a Vázquez a reformar su cúpula parlamentario.

Al margen de cómo se venda la solución final, lo cierto es que Vázquez ayer se sentía con fuerzas y apoyos suficientes para ejecutar sus planes. Desde el sábado ha recibido múltiples apoyos de dirigentes y militantes animándole a dar un golpe encima de la mesa, sostienen fuentes de su entorno. El secretario general entiende que debe quedar claro que él es quien marca la dirección política del partido y del grupo parlamentario.

El PSOE gallego informaba ayer de que la ejecutiva debe aprobar "la propuesta de comunicación a todos los militantes, agrupaciones locales y cargos electos del partido del documento que desarrolla el acuerdo una persona, un cargo." Precisamente hay una parte de la ejecutiva que niega que el pasado sábado se hubiese alcanzado tal acuerdo.

Pero es que además la ejecutiva "definirá la estrategia y la planificación de la acción del grupo parlamentario para el próximo periodo de sesiones". Es en este punto del orden del día, donde Manuel Vázquez aprovecharía para proponer un cambio en la portavocía del Grupo Parlamento, ahora responsabilidad en manos de Xaquín Fernández Leiceaga, y quien publicamente y con nombre y apellidos negó que el sábado se hubiese adoptado en la ejecutiva el acuerdo para que los diputados autonómicos, entre ellos el mismo, deben dejar el escaño antes de arrancar la campaña de los comicios locales de 2011. Leiceaga pretende ser concejal en Santiago, y renunciar al escaño tras el recuento en las urnas. En la misma situación se encuentran Modesto Pose, el secretario del PSOE en la provincia de Pontevedra, que pretende ir en la lista de Vilagarcía, o Mar Barcón, la portavoz de la dirección del PSOE gallego, que quiere volver al ayuntamiento coruñés. Los tres forman parte de la permanente del grupo parlamentario, junto a Beatriz Sestayo, que también pretende optar a ser edil de nuevo en Ferrol.