Cerrado el sistema de financiación universitaria para 2011, Xunta y rectores abren un nuevo frente de discusión: el reparto de los aproximadamente 65 millones de euros que el nuevo Plan de Investigación, Innovación y Crecimiento destinará a las universidades gallegas el próximo año. Los ejes de este programa, que en conjunto estará dotado de 184 millones –el 35 por ciento para los campus y el resto para empresas y centros tecnológicos– están ya pactados y serán aprobados antes de que termine el año, tal y como anunció ayer en el Parlamento el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Pero la distribución de los fondos para I+D se negociará a partir de enero y las universidades empiezan a tomar posiciones para captar el mayor número de recursos posible.

Hasta ahora el plan de investigación de la Xunta, el denominado Plan Incite 2006-2010, consistía en varias convocatorias de ayudas a las que optaban las universidades, pero los rectores de Santiago y Vigo hablan ya de "consolidar recursos humanos", lo que implicará destinar a cada universidad una cuantía de dinero fija, no vinculada a proyectos concretos de investigación, que les permita estabilizar a sus científicos.

"Lo que ocurría hasta ahora es que se subvencionaban investigadores dentro de un determinado programa durante tres años y cuando acababa este tiempo nos quedábamos sin dinero para mantenerlo y se acababa la investigación", explica el rector de Santiago, Juan Casares.

El rector de Vigo, Salustiano Mato, defiende también la necesidad de suscribir "contratos-programa entre Xunta y universidades para la consolidación de tecnólogos y científicos".

Si finalmente la Consellería de Educación acepta destinar a cada universidad una cuantía fija para I+D, se reabrirá entonces la batalla para determinar qué cantidad corresponde a cada institución y qué criterios se priman: número de patentes, publicaciones en revistas, investigadores en plantilla....

Según el último ranking internacional "SIR 2010", la Universidad de Santiago ocupa en España el puesto número once en producción científica, seguida de Vigo en el número 15 y a mucha distancia de la de A Coruña (puesto 41).

"También debe haber cantidades asociadas el esfuerzo investigador", defiende Casares Long. Pero, de momento, no hay nada decidido. "El plan que nos presentaron está lleno de incertidumbre, ahora queda concretar la metodología y cómo será el reparto", añade Salustiano Mato.

Las cifras globales de financiación han sido aceptadas por los rectores. El presidente de la Xunta adelantó ayer en el Parlamento que el Plan de Investigación e Innovación 2011-2015 se aprobará este mes y explicó que estará dotado "con 200 millones de euros" en 2011. "Más que lo que destinaba el bipartito en época de bonanza económica", apuntó.

En respuesta a las críticas de la oposición por la falta de medidas para reactivar la economía, Feijóo citó el Plan de I+D que, según explicó, fue consensuado con las universidades. "Yo hago propuestas y usted debería sumarse", le espetó el presidente de la Xunta al líder del PSdeG, Manuel Vázquez.

El rector compostelano concretó la cifra aportada por Feijóo en el Parlamento: son 184 millones de euros en 2011. Según explicó, cuentan con el compromiso de Educación de que en los cuatro años posteriores no se bajará de esta cantidad, de manera que el plan quinquenal superará los 920 millones al llegar a 2015 –el anterior programa del bipartito estaba presupuestado en 800 millones–.

La preocupación del rector de A Coruña, José María Barja, es ver cómo se van a reorientar esos recursos. "Se nos ha dicho que van a cambiar el modelo y que había unos programas que van a desaparecer", explica. Su temor es que los esfuerzos se centren en innovación empresarial a costa de las universidades.