La creación del catálogo gallego de medicamentos, que sólo financiará los fármacos más baratos, se mantiene como una brecha entre Ministerio de Sanidad y Xunta. La reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud celebrada ayer en Santiago evidenció las diferentes posturas acerca de un proyecto de ley que el PP modificará en el Parlamento para tratar de blindar su legalidad, cuestionada por Moncloa. La responsable de Sanidad, Leire Pajín, advirtió que su "obligación" es evitar las desigualdades entre ciudadanos que provocaría la aprobación de un catálogo diferenciado en cada autonomía, aunque evitó referirse específicamente a la propuesta gallega, e insistió en la necesidad de consensuar las medidas de ahorro sanitario, y no ir por libre.

La reunión precisamente abordó en las medidas para rebajar la factura farmacéutica y éste es el principal argumento esgrimido por la Xunta para sacar adelante el catálogo de fármacos, que le permitiría ahorrar 112 millones al año financiando solo los fármacos más baratos.

Aunque Pajín quiso mostrar "prudencia" ante una norma aún en tramitación, lanzó un mensaje a la Xunta, recordándole que la legislación en este punto es competencia del Gobierno central. "La responsabilidad del Ministerio es garantizar la cohesión y la equidad del Sistema Nacional de Salud, mi obligación es ejercerla y que ningún ciudadano tenga desigualdad de condiciones en el acceso a los medicamentos y que no haya 17 catálogo de medicamentos", sostuvo tras una reunión de más de tres horas con los consejeros autonómicos de sanidad. Fuentes de la Consellería de Sanidade interpretaron como "muy prudentes" sus palabras, en las que no vieron un veto tajante a la propuesta gallega.

Pajín reclamó a las comunidades consenso para rebajar la factura sanitaria. "El consenso es la mejor garantía para avanzar juntos", aseguró.

Antes de participar en el encuentro, Farjas reclamó ante los periodistas "reformas urgentes" para garantizar la viabilidad del sistema sanitario y recordó que el Ecofin –los ministros de Economía de los países de la UE– avala sus tesis. "Corrobora que las iniciativas que está llevando a cabo la Xunta y se debaten en el Parlamento gallego en estas fechas van por el buen camino y Galicia se ha anticipado", indicó. El consejero de Sanidad de Valencia, Manuel Cervera, reclamó "pasos comunes" entre las comunidades para atajar la sangría económica de la sanidad.

El catálogo no entraba en el orden del día de la reunión y fue puesto encima de la mesa por Farjas durante el turno de ruegos y preguntas, por lo que las comunidades no se posicionaron, pues así lo establece el protocolo de estas sesiones.

El rechazo de Pajín al catálogo gallego se topó más tarde con la exigencia de "decisiones oportunas y necesarias" por parte del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Al igual que la ministra, insistió en la necesidad de consensuar las medidas de ahorro y comprometió su "lealtad" con los intereses de España y las prestaciones públicas sanitarias. Sin embargo, reclamó en varias ocasiones acciones inmediatas, petición a la que se sumó el consejero madrileño, Javier Fernández Lasquetty, para el que la situación del sistema sanitario es "muy grave". "Es necesario tomar decisiones para preservar el sistema, pagar lo que se debe y no seguir incurriendo en una deuda que ponga en riesgo su viabilidad", declaró Feijóo durante en el pazo de Raxoi, en una recepción a los consejeros y Pajín.

A pesar de las diferencias entre Xunta y Gobierno sobre el catálogo de fármacos, Feijóo reconoció que a Pajín "no le han tocado momentos fáciles para gestionar los servicios sanitarios", en alusión a la crisis económica.

Durante la reunión, Sanidad presentó el informe sobre Violencia de género de 2009 y el anteproyecto de Ley de Salud Pública.