Como una única entidad ya oficialmente bautizada, inscrita en el Registro Mercantil y a efectos prácticos para los tres millones de clientes que suma, Novacaixagalicia sigue en el día a día con el encaje del organigrama interno. Las áreas del negocio están establecidas ya desde hace meses, con sus directores al frente, pero queda repartir las funciones entre las dos sedes que tiene, la operativa e institucional en Vigo y la social en A Coruña. Cada una de las principales divisiones se distribuirá entre ambas ubicaciones, "independientemente" de donde esté su máximo responsable, según apuntan fuentes de la caja. Eso sí, la "intención" es que solo se produzcan "los traslados que sean indispensables".

Porque por el momento todos los empleados vinculados a la gestión directa de las áreas en las que se distribuye el staff –la Comercial, Estrategia, Riesgos, Planificación Financiera y Control, Sistemas y Procesos, Finanzas y Mercados, Medio y Grupo Inmobiliario, junto con la oficina que tutela la integración y la dirección general de la entidad con José Luis Pego al frente y la dirección adjunta que ostenta Javier García de Paredes– seguirán como hasta ahora. La cúpula revisa "caso por caso" para analizar qué departamentos requieren una unificación de todos sus integrantes en un mismo emplazamiento y en qué otras situaciones las cosas podrían mantenerse igual.

Lo que no tardará mucho es la ejecución del Expediente de Regulación de Empleo (ERE). La dirección de Novacaixagalicia espera tener la aprobación de la Dirección General de Trabajo "en pocos días". Una vez conseguida, el plazo de tres meses para apuntarse voluntariamente a las prejubilaciones pactadas con CCOO y Csica, que representan al 65% de la plantilla, quedará abierto. El objetivo es llegar a un recorte de 1.200 trabajadores, que se marcharán, de media, con un 85% del salario bruto anual.

Como ya ocurrió con los analistas de Moody´s, también la agencia de calificación de riesgos Fitch rebaja la nota a la entidad de ahorros única en Galicia a un BBB- y advierte que la debilidad actual del mercado español "puede aumentar la presión en la calidad de sus activos y en la modesta rentabilidad de las cajas".

No es ningún secreto que Novacaixagalicia nace con una importante exposición al sector inmobiliario, como ocurre entre muchas cajas, y Fitch lo tiene muy en cuenta. El 24% de los préstamos de la nueva caja son hipotecas. La agencia pone el acento en la "integración de riesgos" que supone la operación, junto al cierre del 22% de la red de oficinas y del 17% de los empleados, e insta a la dirección a "defender la calidad de sus activos y la rentabilidad, a sostener su base de depósitos y a reforzar a la vez el núcleo de su capital". Los analistas mantienen que el nivel de depósitos permite asumir los vencimientos de la entidad en 2011 y 2012, de "7.700 millones de euros".

Fitch también tiene otras alabanzas. A que gran parte de la cuota de negocio se asiente en Galicia y "una sólida gestión de herencia", pero recuerda que los fondos y la liquidez de la entidad no se escapan a la presión "debido al débil estado del mercado crediticio para varios bancos españoles".