El Gobierno zanjó ayer las dudas sembradas por el PP sobre el cumplimiento del Pacto del Obradoiro al garantizar que 2015 se mantiene como plazo "inalterable" de la puesta en servicio de la conexión del AVE entre Galicia y Madrid. Para ello, anunció que licitará este mismo mes las obras restantes de la alta velocidad entre Olmedo y Ourense por 6.000 millones de euros, publicando los pliegos de las condiciones del contrato en el Diario Oficial de la Unión Europea.

El encargado de realizar este anuncio fue el presidente del Administrador de Infraestructura Ferroviarias (Adif), Antonio González Marín, que respondió con esta declaración al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que reiteró sus dudas acerca del cumplimiento de la hoja de ruta del AVE, pues a tres semanas de concluir el mes solo se han licitado 114 de los 3.200 millones comprometidos.

Un día después de este reproche y a diez de la reunión entre Feijóo y el ministro de Fomento, González explicó que este departamento espera el visto bueno del Ministerio de Hacienda, que debe autorizar un proyecto financiado con fondos públicos y privados que ascenderá a 6.000 millones. Incluirá la construcción de los cinco tramos pendientes entre Ourense y Lubián, la electrificación de todo el corredor –347 kilómetros entre Ourense y Olmedo– y su mantenimiento durante 25 años. "Estamos trabajando conjuntamente con Hacienda, porque para dar autorización tiene que conocer el proyecto, cómo se va a poner en práctica...", explicó ayer antes de reconocer que todavía se está "cerrando" el pliego de condiciones del proyecto.

El responsable de Adif avanzó en unas jornadas en A Coruña que todavía no se sabe exactamente cómo se repartirá el coste total de las obras, aunque cree que el Gobierno central aportará parte del presupuesto, pero garantizó el cumplimiento del pacto. Sobre este punto, avanzó que Blanco responderá a las críticas de Feijóo cuando se sienten cara a cara en la reunión prevista para el día 13 en Madrid.

González participó en unas jornadas sobre El presente y el futuro del ferrocarril en Galicia y en su ponencia, sobre la alta velocidad, destacó el "esfuerzo extraordinario" y el "presupuesto adecuado" destinado por Fomento a Galicia, así como las posibilidades de "desarrollo socioeconómico" que ofrecerá el AVE en esta época de crisis. González reprochó que cuando llegó el PSOE al Gobierno central en 2004 "no se había hecho nada, sólo estaba el proyecto" y subrayó las dificultades de las obras: "Hemos tenido que superar muchos retos, y no sólo técnicos".

Todas las conexiones entre ciudades experimentarán una reducción de más de 50% de sus tiempos de duración y anunció que en el tramo Ourense-Santiago está listo el 94% de la plataforma y en el acceso a la primera ciudad el 92% de los trabajos. En esta última parte, el proyecto, expuso, tuvo que convivir con la línea ferroviaria existente, la cercanía de un barrio y la aparición de unas ruinas romanas. "Eso le dio aún más morbo a la obra", ironizó, aunque también recalcó que no se "generaron demoras", por lo que se mantiene 2011 como fecha para que se conecten ambas urbes.

González confirmó que se están colocando "traviesas polivalentes" en este tramo del AVE, para permitir ancho de vía ibérico e internacional, con el fin de "no crear una isla en el interior de la red ferroviaria" y para evitar la instalación de un intercambiador en ambas ciudades "lo que significaría que la pérdida de tiempo estaría entre 20 y 40 minutos", explicó. Además, esta decisión también permite, apostilló, que todo el accesos a los puertos quede completamente resuelto.

Por otra parte, Fomento prevé que cinco millones de personas utilicen el Eje Atlántico, que une Vigo y A Coruña, en cuanto se ponga en marcha por completo, en 2013. La cifra supondría duplicar el número de usuarios actual, que asciende a 2,1 millones en el año 2007, según las cifras aportadas ayer en A Coruña por el jefe del Área de Planificación de Adif, Gonzalo Díaz.

La subida respondería a la reducción de tiempos que se conseguirá con las nuevas vías de alta velocidad, con lo que el viaje entre ambas ciudades sólo durará una hora frente a las dos horas y media que se tardaban hace un año.