A once días de que Alberto Núñez Feijóo y José Blanco se sienten para analizar el cumplimiento del calendario del AVE, el presidente de la Xunta elevó un poco más la tensión con el ministro de Fomento, al que pidió que diga "la verdad a los gallegos" sobre la financiación de esta infraestructura. Después de que este último acusase al Ejecutivo gallego y al PP de torpedear las obras, Feijóo le replicó. "Me preocupa que implícitamente el Ministerio ya acepte los retrasos y busque alguien para echarle la culpa", espetó.

El responsable de Fomento acusó el martes al PP de querer dilatar el ritmo inversor con sus alegaciones, la misma queja que lanzó a la Xunta hace unos meses sobre sus propuestas para el tramo entre Lubián y Ourense. De hacerles caso, dijo, el proyecto se retrasaría hasta 2018. Ayer fue el turno de Feijóo, que sostuvo que "no es razonable" culpar a su gabinete de que el 95% de los fondos previstos para la conexión de alta velocidad entre Galicia y Madrid estén aún sin licitar.

Con este aguijonazo, Feijóo caldea el ambiente ante la reunión de la Comisión de Seguimiento del Pacto del Obradoiro, el acuerdo en el que Blanco se comprometió a que el AVE con la Meseta fuese una realidad en 2015 y que fijaba una inversión de 3.248 millones en la línea este año. Apenas se han licitado 114, aunque Blanco ha insistido en que la financiación privada le permitirá inyectar 5.800 millones e iniciar las obras en todo el trazado.

Feijóo aprovechó las preguntas de los periodistas tras la reunión semanal de su Consello para advertir al ministro de que la cumbre del día 13, que se celebrará en Madrid, permitirá sacar de dudas a la ciudadanía. "Espero que entonces le contemos a Galicia la verdad y si se va a cumplir en 2010 el pacto", declaró.

No fue el único mensaje a Moncloa. Un día después de que el presidente del Gobierno anunciase la venta del 49% de AENA, la privatización de la gestión de los aeropuertos de Madrid y Barcelona y la rebaja del impuesto de sociedades para las pymes, entre otras medidas, Feijóo aprovechó la decisión para rebatir al PSdeG, que este mes participó en una manifestación multitudinaria en Santiago contra la privatización de los servicios públicos en Galicia. "Mientras la Xunta hace infraestructuras públicas, el Gobierno de España las privatiza", proclamó antes de pedir al PSdeG que "no protagonice más movilizaciones".

Aunque Feijóo alabó la rebaja fiscal para las pymes, reclamó al Ejecutivo de Zapatero una "alternativa" a la supresión de la paga de 426 euros a los parados que hayan agotado las prestaciones. Eso sí, dejó claras sus sospechas de que el anuncio se retrasó por las elecciones en Cataluña. "No se puede gobernar en función de la agenda electoral", le reprochó a un Zapatero que tampoco debe dirigir la economía "a golpe de teléfono de Bruselas", en alusión a las órdenes de la UE.