Los 6.000 feligreses que irán el sábado a la misa del Papa en la Praza do Obradoiro miran al cielo y rezan para que no llueva. Pero a la vista de las primeras predicciones, parece que sus ruegos no serán escuchados. Para la tarde del 6-N se espera un día otoñal con temperaturas que no superarán los 16 grados, nubes y lluvias débiles. No les quedará otra: los devotos que acudan al acto central de la visita del Pontífice a Compostela tendrán que ir con un rosario en una mano y con el paraguas en la otra.

Aunque ni el gallo de Portugal, ni el fraile del tiempo y tampoco el nuevo radar de la Consellería de Medio Ambiente que mejora las predicciones meteorológicas pueden dar un parte fiable al cien por cien para este fin de semana, las previsiones que maneja MeteoGalicia a tres días de la visita de Benedicto XVI, ya dan una pista del tiempo con el que se encontrarán el Pontífice y los miles de fieles que se desplazarán desde distintos puntos de Galicia y del resto de España a Santiago. "A partir de las ocho de la tarde del sábado entrará un frente frío desde el norte", apuntan desde el servicio meteorológico gallego. ¿Las consecuencias? Un día con nubes y lluvias débiles a lo largo de la tarde.

Nada que ver con los días de "sol y calor" que se esperan para hoy y mañana en la comunidad gallega, con temperaturas por encima de los 20 grados. Aunque la mañana del sábado se presentará "apacible", señalan desde MeteoGalicia, a medida que pasen las horas el tiempo "se irá estropeando". El termómetro no superará los 16 grados y las nubes y las lluvias débiles tocarán Galicia entre las 16:00 y las 19:00 horas, desde media hora antes del inicio de la misa y hasta justo la hora en la que se abrirán las puertas del Obradoiro para que los miles de feligreses allí congregados –en algunos casos durante casi doce horas– puedan abandonar el recinto. Y es que la céntrica plaza compostelana se abrirá al público a las ocho de la mañana –ocho horas y media antes de la misa en la que el Santo Padre se hará cargo de la homilía– y se cerrará tan pronto como se haya completado el aforo. Eso sí, dispondrán de servicios higiénicos, bebidas calientes y frías, algún snack y contenedores de basura. El paraguas y el chubasquero lo tendrán que llevar de casa.

Pero la parte peor del frente frío previsto para el fin de semana les caerá a los feligreses que quieran ver al Papa en Barcelona. Lloverá, pero la eucaristía se celebrará a cubierto, dentro de la Sagrada Familia.