Ni para los 2.325 megavatios (MW) a repartir este mes en el macroconcurso eólico pendiente de la anterior legislatura, ni para los otros 2.000 MW que la Xunta aspira a poner en marcha después para recuperar el liderazgo en el sector. En los planes del Ejecutivo gallego no entra que los futuros parques ocupen zonas protegidas de la comunidad. Y eso que la UE no lo ve con malos ojos. Lejos de demonizar la ubicación de las instalaciones en Red Natura, la Comisión Europea de Medio Ambiente defiende que el negocio del viento no supone una amenaza "en términos generales" para el entorno si los proyectos están bien elaborados y que su desarrollo es fundamental para alcanzar la ambiciosa meta en 2020 de que un 20% del consumo energético venga de fuentes renovables. La Consellería de Economía e Industria se limitará a permitir repotenciaciones de los aerogeneradores que actualmente ya ocupan espacios catalogados.

¿Cuántos son? Alrededor de un centenar, con licencia desde la etapa de Manuel Fraga en San Caetano. El bipartito luego se opuso a seguir levantando aerogeneradores en lugares de alto valor ecológico, aunque la resolución del concurso que entonces impulsó el nacionalista Fernando Blanco al frente de Innovación acabó con un árido enfrentamiento con el área socialista, precisamente a raíz de la ubicación de los parques seleccionados. El que era conselleiro de Medio Ambiente y hoy líder del PSdeG, Manuel Vázquez, criticó públicamente que alrededor de un 40% de los proyectos estaban en Red Natura o en zonas que podrían incorporarse a ella.

La ley eólica que aprobaron los populares tras la vuelta a la Xunta veta expresamente la instalación de parques en Red Natura, con lo que de las 191 áreas de desarrollo eólico previstas en el Plan Sectorial –en vigor también desde la presidencia de Fraga–, más de un centenar quedan fuera de uso. Economía e Industria mantiene que existen "suficientes áreas de desarrollo" como para tener que recurrir a zonas protegidas. "Es un compromiso de Gobierno", señalan fuentes del departamento que dirige Javier Guerra.

Como ejemplo de la "prioridad" que la protección medioambiental representa en la política energética del Gobierno gallego, la consellería recuerda la reciente orden para la repotenciación de ese centenar de parques asentados ya en Red Natura. "El objetivo –explican– es reducir el número de aerogeneradores y, por lo tanto, el impacto medioambiental". Una posibilidad que se extiende también al concurso eólico, en el que las empresas han podido ofrecer la renovación tecnológica con molinos de mayor capacidad en instalaciones que funcionan en zonas protegidas.

Casi un 12% del territorio gallego está bajo el amparo de Red Natura. Unas 384.000 hectáreas. La ampliación de los espacios protegidos es una herencia que ninguno de los dos últimos gobiernos autonómicos ha asumido. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se comprometió a hacerlo durante el debate de su investidura.