En estos momentos, quien quiera jugarse dinero en apuestas o en una mano de póker accede a uno de los portales que ofrece estos servicios en internet. Existen varias formas de ingresar el dinero, desde realizar transferencia directa a una cuenta de la sala a usar el sistema pay-pal (una especie de monedero en la red), hasta el recurso de la tarjeta de crédito habitual. Los beneficios o pérdidas que cada jugador registre se acumulan en una cuenta de la sala, por la que ésta no tributa. En caso de que el jugador quiera retirar su dinero, lo hará mediante una transferencia a su propia cuenta bancaria. Ahí, la declaración de ingresos ya es cuestión del propio ciudadano. En el caso del póker, el beneficio de las empresas radica en la comisión aplicada a cada bote, que es de un máximo del 3% hasta un máximo de 3 euros incluso en las grandes partidas de miles de euros. El volumen de beneficio radica en las miles de partidas que se celebran al día