El comité federal del PSOE ratificó ayer al tránsfuga declarado Agustín Navarro como candidato a la alcaldía de Benidorm. Su aprobación se realizó por asentimiento y en bloque junto al resto de las candidaturas de las ciudades de más de 50.000 habitantes, aunque los miembros gallegos se ausentaron de la votación para manifestar su "rotundo" rechazo al transfuguismo. El PSdeG se mostró desde el principio contrario la designación de Agustín Navarro como cabeza de lista.

La decisión del comité federal del PSOE también estaba en la agenda del PPdeG, ya que los populares gallegos llevan semanas avisando que la posibilidad de incorporar tránsfugas en sus listas municipales en Galicia dependería de si el Partido Socialista refrendaba o no a Agustín Navarro.

La dirección regional del PP advirtió ya en septiembre que si finalmente se aprobaba la candidatura de Benidorm, en Galicia estarían libres de recuperar a concejales tránsfugas porque el PSOE habría roto el pacto antitransfuguismo. Siete son los ayuntamientos donde se aprobaron mociones de censura con ediles que rompieron la disciplina de partido: Gondomar, Mos, Silleda, Abegondo, Láncara, O Courel y Pobra de Trives. Y con la excepción de Silleda, en todos los demás el nuevo alcalde, de no haber sido apartado o causado baja voluntariamente, habría sido del Partido Popular.

No obstante, según aseguraron ayer fuentes de la dirección regional, el PPdeG no ha tomado una decisión sobre si incorporará o no a tránsfugas a sus candidaturas, porque están a la espera de la determinación que tome la ejecutiva nacional, de si considera oficialmente roto el pacto antitransfuguismo. "Somos un partido nacional y actuamos con coherencia", indicaron ayer las mismas fuentes.

Para el PSdeG fue un mal trago, porque tanto su secretario xeral, Manuel Vázquez, como el de Organización, Pablo García, siempre se mostraron en contra de la candidatura de Agustín Navarro y además dieron por seguro en las últimas semanas que su partido nunca apoyaría al concejal tránsfuga. Así que ayer, ante la disyuntiva de votar en contra de su candidatura, lo que supondría rechazar también a los cabezas de lista gallegos porque la votación se realizó en bloque, optaron por ausentarse y expresar así su disconformidad con la decisión.