A los 285 consejeros de los 320 que suman las dos cajas y que acudieron ayer a una convocatoria extraordinaria para aprobar la fusión les costaba creer que el esperado día había llegado. Caixanova y Caixa Galicia convertidas en una única entidad. Las asambleas tenían que avalar la operación, el penúltimo trámite formal, y cumplieron el guión previsto sin cambiar ni siquiera una coma. La inmensa mayoría votó a favor del mantenimiento de las actuales cúpulas, los nuevos estatutos y, por supuesto, la integración, con las únicas negativas de los 8 representantes de los sindicatos que rechazan el pacto laboral acordado -CIG y UGT- y las abstenciones 4 de los miembros de los órganos de decisión vinculados al BNG en Caixanova, amparándose en que el camino seguido en el proceso no es el que les hubiera gustado.

Una jornada histórica que abre una puerta “a una tarea de enorme complejidad”. Las palabras del presidente de Caixanova y máximo dirigente de la futura entidad única no disimulaban todo lo que queda por delante. Julio Fernández Gayoso, el hombre más buscado ayer, sitúa a Galicia en el corazón del recién nacido. “Nace una caja para Galicia y la columna vertebral tienen que ser las familias y las pymes, sin olvidar a las grandes empresas”, avanza.

Con rostro cansado, por el “intenso día” y los muchos meses de negociaciones que hay detrás, Gayoso admitía tras el fin de la asamblea de la entidad viguesa que la operación llega “en el peor momento posible”, en referencia al escenario económico “con la crisis más grave de los últimos 100 años”. Ésa es la principal amenaza que los capitanes de la fusión ven en sus manos, la necesidad de que “el entorno mejore”. “Los grandes proyectos los ejecutan los grandes directivos y Caixanova los tiene”, defiende su presidente, que elogia una y otra vez al futuro director general, con el mismo cargo ahora en la caja viguesa. “José Luis Pego -asegura- es un auténtico crack”. Hasta dos veces lo bautizó así en su comparecencia ante los medios de comunicación, “un orgullo que salga de Caixanova”. No se olvidó del equipo que aporta Caixa Galicia, y especialmente de su director adjunto, Javier García de Paredes, aunque a Gayoso le costó arrancarse con el nombre y echó mano del propio Pego para salir del lapsus.

La primera entidad financiera gallega ve la luz con el objetivo de “luchar todos los días del año” para “modernizar y mejorar la calidad de vida” de todos los que viven aquí, los “115.000 millones que tenemos en negocio”. “Tenemos las ideas muy claras para que se convierta en una entidad de referencia”, señala Julio Fernández Gayoso. Por eso rechaza cualquier intento de meter prisa, preguntado expresamente por las palabras del presidente de la Xunta para urgir la materialización de la fusión. “No estamos improvisando nada de la hoja de ruta que diseñamos hace unos meses -responde-. El calendario se ha cumplido extraordinariamente”.

Con la “inmensa confianza” que tiene en su mano derecha, “los mejores profesionales de Caixanova y Caixa Galicia” y su coordinación, el presidente de la caja viguesa apuesta porque “esta maravillosa operación” logre finalmente “salir con éxito”.

Un “hito histórico”, resume también el que será el presidente de la nueva entidad en el segundo turno. “Con el nacimiento de la futura Caixa de Aforros de Galicia, Vigo, Ourense y Pontevedra, nuestra comunidad mantendrá y reforzará su sistema financiero y contará con un potente instrumento para servir al interés general de Galicia y afrontar el nuevo entorno económico”, explica Mauro Varela.

Fue él el que justificó la ausencia del ya ex director de la caja coruñesa, José Luis Méndez, aunque su presencia no fuera obligada. “Tenía alguna otra cosa que hacer”, señala. Lejos de avivar los fantasmas sobre las desinversiones contempladas, por encima de los 16.000 millones, en el tejido empresarial de la comunidad, Mauro Varela apuesta también por la fusión como “la solución de muchos problemas” a la economía autonómica.

Respaldo masivo

Las asambleas -la de Caixa Galicia, con una asistencia del 85,6% y un 98% de votos a favor, duró una hora y media; la de Caixanova, con un 92,5% de quórum y el 94% de respaldo, casi tres- escucharon de nuevo los argumentos que justifican la operación, tanto por el contexto económico como por las necesidades del sistema financiero. De momento, la unión de las cajas gallegas se presenta como la quinta en volumen de negocio, una red de 1.000 oficinas y cerca de 8.000 empleados. La sede social, con la que se inscribirá en el Registro Mercantil el próximo 30 de noviembre para operar a efectos contables el día siguiente, estará en A Coruña. La institucional y operativa, del día a día del negocio, en Vigo.

Al consejo y la asamblea de transición -con la suma de los actuales órganos de cada una- les corresponderá tan pronto se fusionen la aprobación de la emisión de participaciones preferentes para captar los 1.162 millones de euros que necesita la operación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Los intereses del préstamo -que junto con las 1.200 prejubilaciones ascienden a 674 millones de euros- serán uno de los quebraderos de cabeza para aguantar los resultados, aunque el plan de integración avalado ayer prevé que la caja única tenga beneficios desde este 2010 y hasta 2015, cuando se espera cerrar la devolución de las ayudas públicas. En ese horizonte la intención es lograr una solvencia del 7% y un Tier1 del 10%.

De los resultados, precisamente, dependerá la alimentación de la Obra Social. Sus directivos tienen muy claro que las enormes partidas desembolsadas hasta ahora serán cosa del pasado, aunque el reto está en aprovechar sinergias y reorientar las inversiones para mantener el liderazgo en el ámbito sociocultural.

José Luis Méndez intentó hasta el final tener un puesto en el consejo de la nueva caja

El ex director general de Caixa Galicia, José Luis Méndez, intentó hasta última hora hacerse con un puesto en el consejo de la nueva caja gallega.

La última batalla la materializó en la tarde del domingo, cuando su nombre apareció en la primera lista de consejeros a propuesta de Caixa Galicia. La intentona de Méndez provocó situaciones “muy difíciles y tensas”, tan solo a unas horas de la celebración de las asambleas de Caixanova y Caixa Galicia, decisivas para ratificar el alumbramiento de la nueva entidad de ahorro.

El pulso se mantuvo inalterable hasta la misma mañana de ayer, con los respectivos consejos previos a las citadas asambleas a punto de comenzar. Sin embargo, finalmente la tentativa de Méndez se frustró. Al parecer, fue directamente el propio Banco de España quien vetó su incorporación. Según algunas fuentes, la tentativa de Méndez y el “lobby” coruñés llegó incluso a poner en peligro el resultado de las asambleas,

El consejo de Caixanova no concluyó hasta casi una hora después del de Caixa Galicia, es decir, una vez que se tenía la certeza absoluta de que José Luis Méndez se quedaba fuera. Finalmente Méndez ni siquiera acudió a la asamblea de Caixa Galicia.