El 98 por ciento de los consejeros generales de Caixa Galicia y el 94 por ciento de los de Caixanova han respaldado hoy la fusión de ambas entidades, de la que saldrá la quinta caja española por su volumen de activos.

El proyecto de fusión de Caixanova y Caixa Galicia constituye la operación empresarial más importante de la historia de Galicia y da como resultado tras meses de difíciles negociaciones una nueva entidad que gestionará un volumen de negocio de 108.400 millones de euros, dispondrá de una red de más de 1.000 oficinas y de una plantilla próxima a los 8.000 empleados.

Mauro Varela, presidente de Caixa Galicia y copresidente de la nueva caja gallega, ha subrayado en A Coruña que la nueva entidad "será más eficiente, más solvente y con mayor capacidad para implicarse en el desarrollo económico del territorio; una caja que mantendrá el inequívoco compromiso social que nos diferencia de los bancos".

Por su parte, Julio Fernández Gayoso, presidente de Caixanova y copresidente de la futura caja, ha remarcado en la asamblea general celebrada en Vigo que "se trata de un momento histórico, tanto para las dos cajas como para Galicia, porque después de un proceso laborioso y en un momento de enorme complejidad para todo el sector de las Cajas, va a nacer la gran caja de ahorros gallega".

La sede social de la nueva caja estará en A Coruña, mientras que Vigo será la sede institucional y de la dirección efectiva del negocio.

La nueva caja comenzará su andadura el 1 de diciembre después de su inscripción en el Registro Mercantil.

Sus primeras decisiones serán la aprobación en consejo y asamblea de la emisión de 1.162 millones de euros en participaciones preferentes de cara a su suscripción por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y cuya devolución está prevista en los cinco primeros años de la integración.

La integración de Caixa Galicia y Caixanova generará unos costes de 674 millones de euros, dedicados principalmente para afrontar prejubilaciones y devolver la cantidad solicitada al FROB, pero según las previsiones producirá un mayor ahorro cifrado en 1.012 millones por las sinergias que se producen por la reducción de gastos que lleva aparejada la fusión.

De los 320 miembros de las asambleas asistieron 285 (un 92,5% en Caixanova y un 85,6% en Caixa Galicia), que respaldaron mayoritariamente el proyecto común de fusión aprobado el 6 de septiembre por los consejos de administración de ambas entidades.

Este texto describe una fusión por integración en una nueva caja guiada por los principios de ponderación y equilibrio entre iguales y orientada a una mejor eficiencia, a la racionalización de la administración y al redimensionamiento de la capacidad productiva para mejorar las perspectivas futuras.

También aprobaron los consejeros el balance de fusión cerrado a 30 de junio de 2010, tal y como recogía el protocolo de integración, y los miembros de los órganos de gobierno que regirán la caja durante el período de transición de tres años, incluyendo la cobertura de las vacantes que existían hasta ahora en las asambleas de las cajas hasta completar los 160 consejeros generales por parte de cada entidad.

Durante la primera mitad del período transitorio de tres años las funciones de presidencia las ejercerá el copresidente procedente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso, y durante la segunda Mauro Varela, procedente de Caixa Galicia.

El orden de presidencias en las dos mitades del período transitorio es inverso en la comisión de control de las del consejo de administración.

El plan de integración prevé la obtención de resultados positivos en todo el período proyectado (2010-2015), en medida suficiente para afrontar la devolución del FROB, continuar reforzando la solvencia de la entidad, la cobertura de la morosidad y preservar la intensidad de su compromiso con el entorno a través de la inversión social, garantizando así la vinculación territorial de la nueva caja con sus mercados de origen.

Tanto en A Coruña como en Vigo varias decenas de delegados sindicales de UGT y CIG, que rechazan la fusión en los términos en los que ha sido pactada, se concentraron para dejar constancia de su oposición a un acuerdo que consideran que "lesivo" para los intereses de Galicia.