Molinos, batanes, fábricas de papel, curtidoiros, forjas, aserraderos... Aunque no aparecen en los listados de monumentos al lado de las iglesias o de los petroglifos, las infraestructuras que sirvieron en el pasado para domesticar el agua y poner su energía y su fuerza motriz al servicio de diferentes actividades, también forman parte del patrominio cultural.

Son "testimonios" de un paisaje cultural fruto de la intervención del hombre sobre la naturaleza. Inventariarlos es el primer paso que está dando la Consellería de Medio Ambiente para rescatarlos del olvido, con el objetivo de restaurar aquellos más significativos y reintegrarlos a su entorno desde la puesta en valor. La investigación requiere una exploración de todos los ríos y de todos los concellos de la comunidad.

Ese trabajo lo está llevando a cabo Augas de Galicia, a través de su proyecto "Inventario e estudio das infraestruturas tradicionais de carácter hidráulico-industrial de Galicia", que ha sido adjudicado a la UTE Iceacsa-Ain Active, S. L., por un presupuesto de 275.000 euros. En estos momentos, el equipo de investigadores –que dispone de plazo hasta finales de este año– realiza ya un estudio pormenorizado de los 1.200 bienes inventariados. Es en esta fase donde, teniendo en cuenta sus características morfológicas y su significado cultural, se decidirá su futuro potencial para una posible puesta en valor.

En todo caso, ya se han seleccionado lo que podrían llamarse 150 "finalistas" para un análisis más detallado. En esta fase, las empresas adjudicatarias valorarán cada conjunto de acuerdo con criterios de singularidad, valor arquitectónico, estado de conservación de muros y cubiertas y de la captación del agua, accesibilidad, la conservación de elementos mecánicos originales y el entorno paisajístico y medioambiental en el que se hallan inscritos, en aras de pensar en un futuro aprovechamiento sociocultural o turístico, si es que éste no se está dando ya.

En la última fase del proyecto se procederá a consolidar, preservar y conservar las infraestructuras hidráulicas seleccionadas, lo que en muchos casos pasará por acciones de restauración.

El objetivo del departamento que dirige Agustín Hernández es lograr que el ejemplo de los Muiños de Folón, en O Rosal, se extienda por Galicia. En esa zona, en apenas dos kilómetros, se encuentra la mayor concentración de molinos restaurados de Galicia. Son 57 molinos de los siglos XVIII y XIX.