Ni subidos a lo más alto de la catedral de Santiago, la imponente fachada del Obradoiro, seríamos capaces siquiera de rozar una de las palas del aerogenerador más grande del mundo. Los 165 metros que mide están incluso muy lejos del tejado del inmueble más elevado de Galicia, las torres Someso de A Coruña, que miden 120 metros, o del edificio de mayor envergadura de Vigo, el Hospital Xeral, con 74 metros. Parece casi de ciencia ficción, pero esos molinos revolucionarios existen, se fabrican y una empresa gallega va a echar mano de ellos por primera vez en España para construir un parque en la vecina Asturias. Un parque pequeño. Porque, claro, con semejante maquinaria, con 6,15 megavatios (MW) de potencia –el doble de la media actual– basta con dos aerogeneradores para poner en marcha una instalación que con una actividad normal, de unas 2.000 horas al año, es capaz de abastecer a 4.000 hogares.

Eólica Galega de Inversiones, filial del grupo lucense Isempa, firma un proyecto que está dando sus primeros pasos administrativos en el Principado –la petición ya está realizada– y todavía puede tardar varios años en concretarse, según matizan fuentes conocedoras del procedimiento. La solicitud está por ahora "en trámite de competencia", lo que significa que otras compañías pueden presentar un proyecto alternativo para el mismo emplazamiento. En ese caso, el Gobierno asturiano deberá decidir entre los aspirantes.

La empresa apuesta de manera anticipada por una tecnología que aún no ha sido utilizada en ningún otro lugar de España, un tipo de aerogenerador que fabrica la multinacional alemana Repower y que pretende ubicar en la zona de Pravia, en las sierras de Pumar y de Villarín, enclaves situados entre el ayuntamiento praviano y el de Salas y también cercanos al municipio de Cudillero.

De llegar a materializarse el proyecto, los grandes molinos de viento tendrán unas dimensiones ahora inéditas en el muy desarrollado sector eólico español. Los mástiles de las torres mediarán cien metros entre la base y el buje, el eje al que están ancladas las palas. Y el diámetro del rotor será de 126 metros. La altura máxima de la máquina rondará así los 165 metros, sumando el mástil y la longitud de las palas.

La instalación de molinos de viento cada vez más potentes, de mayores dimensiones y más eficientes es un reflejo de cómo está madurando la tecnología eólica. Fabricantes y compañías eléctricas tienden a reducir el número de molinos y a aumentar su capacidad para generar electricidad. En España, los mayores aerogeneradores en funcionamiento son de 4,5 megavatios de potencia. En junio de 2009, la multinacional española Gamesa, uno de los mayores fabricantes de tecnología eólica del mundo, instaló en Aragón uno de sus primeros prototipos de molino de 4,5 megavatios.

Isempa está detrás de otro proyecto pionero en Galicia, con la primera instalación de aprovechamiento geotérmico en una casa de la comarca del Deza. Su filial eólica fue de las que se quedó fuera de los planes empresariales eólicos de la comunidad tras la anulación en 2005, junto a Dragados. La compañía tiene también acuerdos con otras empresas y entidades financieras españolas para proyectos eólicos en China y su intención es seguir ahondando en el mercado internacional.