A partir de otoño, Galicia podrá evitar los efectos devastadores de un nuevo Klaus o de las riadas que este verano inundaron A Mariña lucense y en 2006 Vilagarcía. Y lo hará con un nuevo radar capaz de predecir lluvia, viento, nieve o granizo en un radio de 250 kilómetros y con dos horas de antelación. Este nuevo dispositivo, del que solo existen tres unidades en el mundo y cuyo coste asciende a 2,3 millones de euros, se ubicará en el monte Xesteiras, en el municipio pontevedrés de Cuntis. Con la instalación de este aparato se complementará el que el Instituto Nacional de Meteorología tiene en la localidad coruñesa de Cerceda. Se trata de un proyecto impulsado durante la anterior legislatura y que el bipartito esperaba poner en marcha en 2007 para realizar predicciones precisas en el sur de Galicia.

Una vez configurado e instalado, algo que la Consellería de Medio Ambiente prevé realizar en septiembre, el tiempo dejará de tener secretos para los expertos de MeteoGalicia encargados de seguir las predicciones del nuevo radar. Dada la compleja orografía de Galicia, la Xunta apostó por este dispositivo que permite dar una descripción detallada del campo de precipitación sin necesidad de contar con una densidad elevada de su red pluviométrica

La torre en la que se ubicará el nuevo radar meteorológico alcanzará los 45 metros de altura. Estará en el monte Xesteiras, elegido entre más de 50 ubicaciones por la cobertura del territorio, calidad de la señal, interés meteorológico, accesos, infraestructuras de comunicaciones y corriente eléctrica. Con tan sólo dos horas de antelación podrá detectarse una tormenta, inundaciones, tornados, granizadas, vientos huracanados o nevadas.

El director de MeteoGalicia, Vicente Pérez Muñuzuri, explica que era necesario que el nuevo radar meteorológico estuviese ubicado en el arco atlántico, ya que es desde donde llegan los frentes; y al mismo tiempo que estuviese lo más alejado posible del radar que el Instituto Nacional de Meteorología controla en Cerceda. "Los datos de ambos serán complementarios", apunta. Además, añade, debía ubicarse en una cima alejada de núcleos urbanos y libre de molinos eólicos.

Según Muñuzuri, el radar del Xesteiras cubrirá las necesidades de MeteoGalicia para detectar de forma eficaz cualquier fenómeno meteorológico adverso. La información que proporcione se volcará en la web con nuevos formatos gráficos para que los ciudadanos puedan seguirla fácilmente.

La puesta en funcionamiento del nuevo radar llegará con más de dos años de retraso y después de varios aplazamientos. La instalación de este radar en la provincia de Pontevedra se había anunciado en marzo del 2007, pero no fue hasta mediados de 2008 cuando se decidió el emplazamiento definitivo y a finales de ese año su puesta en marcha. Sin embargo, en febrero de 2009, Manuel Vázquez, entonces conselleiro de Medio Ambiente con el bipartito, retrasó el inicio de la actividad hasta el pasado mes de diciembre. Ese plazo no se cumplió como tampoco el siguiente, que establecía este verano como fecha límite para su puesta en marcha.

Su funcionamiento se basa en la emisión de señales con una longitud de onda similar a la de las gotas de agua, por lo que rebotan en los frentes borrascosos que se aproximan al punto donde está situado, lo que permite afinar al máximo las predicciones en las horas siguientes.

La capacidad tecnológica de MeteoGalicia se está completando además con la colocación de nuevas boyas oceánicas, lo que permitirá al instituto mejorar las estimaciones sobre la situación del mar, uno de sus productos especializados más importantes, junto con los dedicados a los agricultores y ganaderos y a los visitantes que recorren las sendas del Camino de Santiago.