La crisis, la incertidumbre sobre las primas a las energías renovables y las mayores exigencias económicas que impone el concurso eólico de la Xunta han hecho desistir a muchas empresas, sobre todo las más pequeñas, de concurrir al reparto de los 2.325 megavatios de potencia. El plazo para presentar las ofertas terminó ayer a las doce de la noche y, según los datos provisionales aportados por la Consellería de Economía e Industria, han sido 81 los proyectos que aspiran a hacerse con alguno de los nuevos parques eólicos que asignará la Consellería de Economía e Industria. En total, sus propuestas suman 15.000 megavatios, siete veces más que la potencia que se reparte.

Con el bipartito el volumen había sido casi el doble: se habían presentado 170 peticiones en total, que sumaban 30.000 megavatios. Este concurso, sin embargo, fue anulado y la Xunta introdujo criterios económicos más exigentes para dar mayores garantías a la viabilidad de los proyectos, al tiempo que se requería a los aspirantes que acreditasen un mínimo de experiencia en el sector.

Los grandes promotores que ya habían concurrido a la convocatoria de 2008, que después fue anulada por el Gobierno del PP, repiten prácticamente todos, salvo Ence. Así, entre las propuestas presentadas se incluyen los proyectos de Iberdrola, Fenosa, Inveravante (perteneciente a Jove), Endesa, Gamesa y Norvento. El Banco Pastor también concurre al concurso eólico acompañado de la eléctrica E.on. Y las que resultaron grandes beneficiarias de la convocatoria del bipartito, Caixanova y Caixa Galicia, vuelven también a probar suerte en el reparto diseñado por el gabinete de Javier Guerra. El grupo Coren, por su parte, concurre asociado con Adelanta, Cupa y Ceferino Nogueira, con quienes ha creado la sociedad Vector Verde.

La Consellería de Economía e Industria tiene ahora un plazo máximo de cuatro meses para valorar los proyectos y seleccionar a los futuros adjudicatarios. Los 2.325 megavatios deberán estar asignados como muy tarde antes del 19 de noviembre. Según el departamento de Javier Guerra, la concurrencia de ofertas supone "un éxito puesto que casi multiplican por siete la oferta de megavatios recogidos en la orden eólica y porque se recogen en un contexto marcado por la indefinición del modelo retributivo por parte del Gobierno central".

La adjudicación de estos parques lleva varios años de retraso. El bipartito había sacado a concurso los 2.325 megavatios y fueron 170 las solicitudes presentadas para construir 984 parques con una potencia que sumaba 30.000 megavatios. En diciembre se resolvió el concurso en el que la principal triunfadora fue Galenova, la filial eólica de Caixanova. En esa ocasión hubo dos grandes perdedores: Iberdrola y el proyecto de Manuel Jove, Jacinto Rey y Epifanio Campo para trasladar Ence de la ría de Pontevedra.

Tras el cambio de gobierno, la Xunta del PP anuló el concurso del bipartito por "falta de transparencia e inseguridad jurídica" y sacó otra orden con nuevos requisitos. Se adjudicarán como máximo 350 megavatios por empresa y se abre la vía a cobrar en efectivo a los promotores sus planes industriales. Los grandes grupos no han dudado en volver a probar suerte. A pesar de la futura integración de Caixanova y Caixa Galicia, ambas cajas concurren por separado. La caja con sede en A Coruña presenta dos proyectos, en uno de ellos concurre asociada con Norvento, y en el otro opta en solitario a 273 megavatios.

Tras su fracaso en el anterior concurso del bipartito, Iberdrola lo intenta de nuevo. La eléctrica vincula su desarrollo eólico a los planes de ampliación del embalse hidroeléctrico sobre el río Sil.

Gamesa, por su parte, ha presentado un total de 12 proyectos con los que intenta hacerse con 460 megavatios de potencia –en el anterior concurso sacó 76 megavatios–. Esta compañía se presenta al concurso eólico a través de tres sociedades que forman parte de su grupo empresarial: Gamesa Energía Galicia, Vento Ártabro y Eólica da Cadeira.

Otra de las beneficiarias del anterior reparto, Endesa, se presenta de nuevo bajo su filial Enel-Greenpower España.

Entre los aspirantes, está también el grupo ourensano Coren, que aunque no centra su actividad en el sector energético, ha decidido concurrir al concurso junto a otros socios experimentados en la producción energética.