El Tribunal Supremo obliga a repetir una de las pruebas de unas oposiciones celebradas hace nueve años. El fallo estima el recurso de dos opositores que no obtuvieron ninguna de las 16 plazas del cuerpo de inspectores de Turismo que se jugaban entonces. El tribunal de la oposición no sólo se "inventó" un sistema de puntuación al margen de las bases de la convocatoria, sino que el autor del cuarto examen al que se enfrentaron los opositores era profesor de varios de ellos en una academia privada.

El Supremo cree que "es evidente que el tribunal calificador se inventa un sistema de calificación que no era el pensado por las bases de la convocatoria". Se refiere al hecho de que el tribunal decidiese que por cada pregunta errónea en el cuarto examen de la oposición se anularía una pregunta acertada.

Los problemas de las bases no quedan ahí para el Supremo, cuya sentencia fue revelada ayer por el diputado socialistas José Manuel Lage. El alto tribunal se refiere al autor del examen elegido para esa prueba, que era profesor en una academia privada de varios de los opositores. "Es evidente que incurría en incompatibilidades", sostiene. Por estos motivos, el Supremo obliga a repetir el cuarto ejercicio práctico, realizado en 2001.

Lage exigió la "ejecución inmediata" de la sentencia y criticó que la Xunta no haya acatado la decisión del Supremo un año después de ser emitida la sentencia, fechada el 19 de julio del año pasado. Además, el socialista insiste en que "explica con claridad cómo un asesor, que es el que fabrica el examen de la cuarta prueba, era el mismo que preparó a los opositores que ganaron esa oposición". Se trata, aseguró ayer, de "uno de casos más graves de la historia de la Administración autónoma en cuanto a la función pública".

A juicio de Lage, este dictamen evidencia la "negligente gestión" de la Dirección Xeral de Función Pública, cuyo titular, José María Barreiro, "debería haber sido destituido hace tiempo". "En octubre, hubo filtraciones; en febrero, opositores que a su vez formaban parte del tribunal; en marzo, anomalías en las oposiciones del Sergas; en abril, un retraso de más de un año para nombrar a 18 inspectores urbanísticos", relata Lage como argumentos para reclamar su cese.

La Xunta justificó su decisión de no haber convocado todavía la prueba del examen casi un año después de conocer la sentencia en que "en un año clave para el turismo como este Xacobeo se debe actuar con prudencia y no alterar la inspección de turismo", según la Consellería de Facenda. Adelantan que no se tuvo "requerimiento judicial para hacerlo" y se esperaba a tener "todos los datos por responsabilidad".