El proceso de Bolonia es mucho más que homologar los estudios universitarios en la UE. También abre la puerta a una adecuación más ágil de las titulaciones a las perspectivas laborales y a su reformulación y eliminación, aunque para eso se necesitará un periodo mínimo de seis años, que es el establecido por ley para evaluar si una carrera cumple con los objetivos para la que fue autorizada. Pero otra cosa son los másteres, cursos de especialización de un año de duración como norma general. Estos se podrán suprimir de forma más fácil. Y la Consellería de Educación se ha puesto manos a la obra para replantear el mapa de másteres en Galicia porque considera que el número es excesivo. Así que entre sus previsiones inmediatas se encuentra el anular unos cuantos.

"Está claro y es un clamor que hay una sobreoferta. Sobran muchísimos, la cifra de másteres es desproporcionada", asegura el secretario xeral de Universidades, José Alberto Díez de Castro. En el conjunto de España se imparten más de 3.000 de estos cursos, mientras que en Galicia hay autorizados 175 y la Consellería de Educación está verificando otras 25 autorizaciones.

Pero su número se va a reducir. Más de la mitad de las solicitudes serán descartadas y también, en un número sin determinar, se cancelarán algunas de las autorizaciones concedidas.

Para ello, Educación está elaborando un decreto para reordenar el acceso y la retirada del sistema universitario gallego tanto de titulaciones como de másteres, aunque será mucho más fácil actuar sobre estos últimos, porque duran un año y no hay que esperar a que acabe el ciclo, como el caso de los grados, para anularlos.

"En ese decreto se pondrán los criterios para la retirada de las autorizaciones de esos estudios de máster. Pero también hay que comenzar en los grados, porque es obligado a partir del próximo año, y cada seis años van a ser evaluados y una de sus consecuencias es su posible retirada, bien porque no hay demanda, porque no tiene salida laboral o no cumplen los objetivos. Ahora las autorizaciones son siempre provisionales", advierte Díez de Castro.

Por tanto, la reordenación de las titulaciones tocará dentro de seis años y, tras examinar el funcionamiento de cada una, la Xunta propondrá actuaciones de mejora, retirada o incorporación de nuevos estudios. "Esto a partir de ahora tiene que ser contemplado como algo natural, normal, sin nada de malo. Es la adaptación continua a la sociedad y al mercado laboral", declara el secretario xeral de Universidades.

No obstante, Díez de Castro es consciente de que la estructura de la universidad no es idónea ni flexible para adecuar su oferta de estudios a las demandas sociales y laborales. "No están en la mejor disposición por su propia estructura. Uno de los temas pendientes del Ministerio de Educación es modificar el sistema de gobierno de las universidades, que, como todos sabemos, es una organización predominantemente burocrática y, por lo tanto, lenta y difícil de agilizar en la toma de decisiones", asegura Díez de Castro, quien no obstante destaca su "descomunal esfuerzo" para adaptarse al espacio de Bolonia en dos años.