La educación es rentable pero con el actual modelo universitario se están desperdiciando dinero y esfuerzos. Eso es lo que defiende el catedrático de Economía de la Universidad Carlos III de Madrid, Juan José Dolado, uno de los expertos consultados por el Ministerio de Educación para elaborar la nueva propuesta de financiación universitaria.

– Galicia ha perdido 30.000 alumnos en diez años, pero su financiación ha crecido un 62 por ciento. ¿Está justificado este incremento de fondos?

– Es un sinsentido. Los alumnos bajaron por dos razones. Por un lado, se redujo la natalidad. El segundo motivo es que se produjo un desajuste entre la demanda de estudios universitarios y la oferta. Lo que se produjo fue un incremento del fracaso escolar, acrecentado por el sistema de regulación laboral que tenemos en España dónde es fácil para las empresas ofrecer contratos temporales. Eso hacía que las personas con pocos incentivos para estudiar abandonaran la universidad para trabajar.

– ¿Qué impacto tienen sobre las universidades las elevadas tasas de abandono?

– Es un despilfarro gigantesco a nivel nacional. En España abandonan sus estudios universitarios un 30 por ciento de los estudiantes y sólo un tercio del alumnado acaba la carrera en el plazo preestablecido. Si se invierte en una persona y no acaba sus estudios o lo hace con retraso, es cómo si hubiéramos tirado ese dinero a la basura.

– ¿Habría que penalizar a los alumnos que no aprueban?

– Una persona que repite la mitad de las asignaturas de las que está matriculado en un curso cuando acude a tercera convocatoria sólo paga 770 euros. Nada. Son 150 euros por materia. Está regalado. Eso es insostenible. Si subvencionas fracaso, obtienes fracaso.

– ¿Están bien gestionados los fondos en las universidades?

– No. La financiación debería ser en función del éxito de las universidades. Hay que incrementar la competencia entre universidades. En Estados Unidos, por ejemplo, la gente se endeuda para que sus hijos vayan a las mejores universidades.

– Pero, ¿dónde falla el sistema?

– En pensar que una educación pública gratuita es un servicio a la equidad social. Esto es muy ineficiente. Es muy injusto que pague lo mismo el hijo del presidente del mayor banco de España que el hijo de su jardinero.

– Pese al descenso de alumnado en Galicia apenas se redujo el número de docentes. ¿Esto es bueno o malo?

– Es malo. El problema es que nuestro sistema universitario está funcionarizado y mientras sean funcionarios será difícil desprenderse de ellos. Las universidades están llenas de gente que no hace nada.

– Las universidades reclaman más fondos en época de crisis. ¿Es rentable invertir en universidad?

– Es más rentable que la bolsa, lo que pasa es que tiene una rentabilidad privada, sólo una pequeña parte es una rentabilidad pública. Y, sin embargo, la financiación pública es mayoritaria. Sólo una décima parte es financiación privada.

– ¿Quiere decir que las empresas deben implicarse más en las universidades?

– No, que los estudiantes, que puedan pagar, deben aportar más. Además si una universidad produce gente con una formación dudosa y cada vez le echamos más dinero, con eso lo que hacemos es expulsar a la inversión privada.

– Las universidades compiten por nuevas titulaciones, pero en Galicia hay carreras se imparten por duplicado...

– Es lamentable. Uno debe especializarse. La solución es la fusión de universidades. Eso es lo que están haciendo la mayoría de países europeos. El problema es que la Formación Profesional no compite con la educación universitaria. En el resto de Europa el 50% de los alumnos optan por la FP y el otro 50 por la universidad. En España este porcentaje es 30 para ciclos formativos y 70 para universidades. Por eso si pasáramos de tener 50 universidades a solo 40 tendríamos más recursos para la FP.

– ¿Deberían fusionarse las universidades gallegas?

– Obviamente. Ninguna de las tres universidades está entre las excelentes. Si se fusionaran y desaparecieran aquellos departamentos que son completamente ineficientes, contarían con una única universidad en Galicia y barrerían.

– ¿Habría que suprimir titulaciones con poca demanda laboral como las Filologías o Historia?

– Hay que mantenerlas pero se deberían cerrar algunos departamentos.

– ¿Ayudará el Plan Bolonia a mejorar la situación?

– Una gran oportunidad perdida. En todos los países europeos los grados duran tres años, salvo en España, Estonia y Bulgaria donde duran cuatro. Nadie se vendrá a este país a perder un año.