Unións Agrarias (UUAA) se encuentra en el ojo del huracán y se considera"rehén de la estrategia política"del PP.El actual número dos socialista,Pablo García, ocupaba en 2006 el cargo de secretario de Organización del sindicato y,según la acusación del Partido Popular,fue el artífice de la red de "asociaciones fantasma" para captar fondos públicos de la Consellería de Traballo.El secretario xeral de UUAA, Roberto García, salió ayer al paso para aclarar cómo se cóncedieron las ayudas que ahora están en tela de juicio y defender que fue"imposible legal y técnicamente"desviar"un sólo céntimo."

Y como argumento de la transparencia de estas subvenciones explica que el actual Gobierno de Feijóo las sigue tramitando.Así,el pasado año, Unións Agrarias tramitó el 55 por ciento de las solicitudes del Contrato de Explotación Sostenible ymás de 2.600 expedientes procedentes de la PAC. "Si esto es una trama,¿cómo la legitima el PP?",preguntó al tiempo que instó a laXuntaaadoptarmedidas si tiene constancia de estas acusaciones.El pasado año se beneficiaron de estas subvenciones 6.500 trabajadores.Así,doce de las 28 asociaciones de la supuesta trama siguen recibiendo fondos. Según explicó Roberto García, los fondos a los que se refiere el PP son ayudas –procedentes mayoritariamente de la UE– para contratar a desempleados a los que se les paga una nómina durante nueve meses. Estas prestaciones son tramitadas por las organizaciones integradas en Unións Agrarias,"junto a otras 800",en palabras del líder sindical.

Son fondos finalistas, lo cual quiere decir que se le pagan a las asociaciones cuando justifican la contratación de los trabajadores y el dinero se les ingresa directamente a los trabajadores. En cuanto a que las personas contratadas trabajasen para el PSOE, como denunciaba el PP, Roberto García asegura que es "normal"que entre 14.000 afiliados al sindicato haya 28 socialistas y advirtió de que en su organización hay militantes de todos los partidos, incluido el PP.Según sus estimaciones,el 60% de sus afiliados son del Partido Popular.En su opinión,no se puede clasificar a los trabajadores por ideologías.