La Xunta ha iniciado los trámites para crear el Ente Público Ferroviario de Galicia, un nuevo organismo, salvando las distancias, similar al Adif del Estado, que se encargará de gestionar las infraestructuras ferroviarias y el transporte por tren competencia de la comunidad autónoma. Actualmente la Administración autonómica no dispone ni de competencias ni de ninguna vía ferroviaria, pero su intención es conseguirlas a corto plazo. La primera misión de este nuevo ente será la de desarrollar el metro ligero previsto para las áreas metropolitanas de Vigo, A Coruña y Santiago.

Pero antes se debe elaborar la ley que faculte la creación de este organismo ferroviario y el desarrollo de las competencias. Y debido a su "complejidad y especificidad" y a que la Xunta no tiene experiencia en la materia, la Consellería de Medio Ambiente ha decidido contratar una asistencia técnica por 180.000 euros para que se encargue de redactar el borrador del anteproyecto de ley. La previsión del Gobierno gallego es que en dos años la norma legal quede aprobada por el Parlamento.

Entre otras funciones, este ente tendrá que coordinar la puesta en marcha y gestión del metro ligero que la Xunta plantea para Vigo, A Coruña y Santiago. Esta modalidad de transporte, según explicó el director xeral de Mobilidade, Miguel Rodríguez Bugarín, utilizará un ancho de vía convencional de forma que, además de las líneas que construya la Xunta, se puedan utilizar las actuales vías del tren, aunque para ello haya que solicitar su uso compartido al Ministerio de Fomento y conectarlas entre sí.

¿Cómo sería en el caso de Vigo? A falta de lo que determinen los estudios de viabilidad –anunciados por el presidente de la Xunta en el último Debate sobre el Estado de la Autonomía–, se podría aprovechar la línea actual entre Porriño, Redondela y Vigo y comunicarla con la red propia del metro ligero. "Entonces se daría un servicio a una zona mucho mayor al aprovechar la infraestructura ya existente", explica Bugarín.

Sin embargo este proyecto no será posible si el Adif no acepta compartir el uso de sus vías. Así que otra de las funciones del Ente Ferroviario de Galicia será precisamente negociar con el Ministerio de Fomento que le permita usar esas infraestructuras ferroviarias.

Además, la intención de la Consellería de Medio Ambiente es lograr también que Fomento le ceda a la Xunta, para montar un servicio de cercanías, las vías que quedarán en desuso del Eje Atlántico tras la construcción del nuevo corredor. Al respecto, el Gobierno central nunca se ha mostrado demasiado favorable a traspasar estas vías, pero Bugarín considera que no hay nada definitivo y que el sector ferroviario está ahora mismo sometido a un intenso proceso de evolución marcado por la UE que desembocará en la liberalización del servicio y la posible entrada de operadores independientes.