Las cajas de ahorros consiguieron llegar ayer a un acuerdo para elegir de forma consensuada como presidente de la patronal (CECA) al máximo responsable de La Caixa, Isidro Fainé, que se comprometió a no llevar a cabo una privatización del sector. Fainé sustituye en el cargo al gallego Juan Ramón Quintás, que dejó la presidencia de la patronal en marzo y que era partidario de que le relevara en el cargo el presidente de Ibercaja, Amado Franco.

No obstante, el consejo de administración de la CECA aprobó por unanimidad nombrar a Fainé presidente de la patronal y a Amado Franco, vicepresidente primero. Fuentes financieras señalaron que el acuerdo se ultimó en una comida celebrada antes de la reunión en la que habrían participado el propio Fainé, Franco, Rodrigo Rato (presidente de Caja Madrid), Modesto Crespo (CAM) y Braulio Medel (Unicaja).

La clave del acuerdo entre la candidatura de Fainé y la de Franco, enfrentadas hasta última hora, ha sido una declaración de principios que recoge tres aspectos: las entidades podrán buscar diferentes fórmulas para reforzar sus recursos propios preservando su naturaleza fundacional, "ya que uno de los grandes retos que hoy tienen, ante la próxima normativa de solvencia (Basilea III), es incrementar sus recursos propios", según afirma la CECA.

El segundo es que la Confederación siga cumpliendo su misión en favor de la armonización de todas las cajas, "bajo criterios de eficiencia y solidaridad entre todas las cajas, independientemente de su tamaño". Por último, acordaron promover e impulsar un acuerdo de todo el sector público que facilite un marco normativo en el que las cajas, dentro de su marco de actuación en el desarrollo económico y social de su territorio, "puedan mejorar, con garantía de futuro, su función financiera".

El consenso ha sido bienvenido en el sector, que atraviesa una dura crisis financiera que aconsejaba el mayor consenso posible. El Gobierno y el Banco de España apoyaban la candidatura única, capitaneada por Fainé.

Eran las cajas pequeñas y medianas las que mantenían reticencias a apoyar la candidatura del responsable de La Caixa y se inclinaban por Amado Franco, que era también el candidato que apoyaba el anterior presidente de la CECA, Juan Ramón Quintás.

Las cajas pequeñas temían que la CECA se fuese disipando como organización si el mayor peso en su seno correspondía a las entidades de ahorro de mayor tamaño como La Caixa y Caja Madrid.

La organización estaba dividida y, de hecho, su anterior presidente, Juan Ramón Quintás, abandonó su cargo después de fracasar el primer intento de nombrar a su sucesor. El argumento de algunas cajas fue que no se podría elegir al nuevo presidente mientras otra persona ocupase este puesto.

Sin embargo, finalmente se alcanzó un consenso pactando un texto en el que la patronal actuará bajo criterios de "solidaridad con independencia de su tamaño" y Fainé logró el respaldo unánime de todo el consejo de administración de la CECA.

El nuevo responsable asume la Presidencia la Confederación Estatal de Cajas de Ahorro en un momento decisivo. Así, en los próximos meses, las cajas tendrán que enfrentarse a la recta final del proceso de fusiones y uniones, así como una nueva regulación financiera internacional y la reforma de la Ley de Cajas (LORCA).

Isidro Fainé tiene una dilatada experiencia en el sector, ya que ocupa la Presidencia de la Federación Catalana de Cajas de Ahorros y también lidera la Confederación de Directivos y Ejecutivos (CEDE) y el Capítulo Español del Club de Roma.

Desde 2007 Isidro Fainé es además miembro titular de la comisión gestora del Fondo de Garantía de Depósitos de las cajas. Asimismo, es vicepresidente de Telefónica y consejero del Banco BPI. También ocupa el cargo de vicepresidente segundo de Repsol YPF.