Unos 18 centros educativos de las provincias de Ourense y Lugo corren el riesgo de quedarse sin comedor si prospera la propuesta de la Consellería de Educación de suprimir el puesto de cocinera (una por centro, en este caso) en dichos colegios. Los sindicatos debatirán hoy con representantes de la Administración educativa el borrador para modificar la Relación de Postos de Traballo de este departamento que incluye, en principio, la eliminación de 71 puestos de oficiales 2ª de cocina, auxiliares, ayudantes, limpiadores, camareros y conserjes.

En los colegios de zonas rurales que, por escasez de alumnado, pierdan sus comedores de gestión directa y con personal propio, la Consellería de Educación ofrecerá, a cambio, servicio de catering para que los estudiantes puedan seguir comiendo en el centro.

"Se trata de comedores con una media de 15 comensales entre alumnos y profesores, atendidos por personal contratado (no fijo). En algún caso, el número de comensales es de 5 personas. Estamos hablando, por tanto, de un coste de mantenimiento muy elevado que conviene revisar", explicaron fuentes del departamento que dirige Jesús Vázquez. Según los argumentos de la propia Administración educativa, "tras varios años de desfase, la Consellería considera obligado ajustar el personal de cocina a los ratios recomendados por el decreto 10/2007 de 25 de enero, que regula el funcionamiento de los comedores escolares". La supresión de comedores de gestión directa responde a la necesidad "de adaptar el número de cocineros y auxiliares de comedores a las necesidades de cada cocina, ahorrando donde la situación lo aconseja y mejorando donde se necesite", explica Educación, que recuerda que este año se crearon 2.500 nuevas plazas de comensales en colegios gallegos.