Los parámetros para dotar anualmente a las universidades gallegas de los fondos necesarios para mantenerse y, al mismo tiempo, competir, experimentarán un giro radical a partir del próximo año y hasta 2015. El número de alumnos para el reparto del presupuesto o el corsé de las transferencias del Estado dejarán de ser criterios clave en el nuevo plan de financiación universitaria. En su lugar, la distribución del dinero público tendrá en cuenta el esfuerzo, el avance y los méritos de cada una de las universidades, como incentivo a la competitividad; una tendencia común en Europa y hacia la que orientan sus planes el resto de comunidades autónomas.

"Desaparece el café para todos. El nuevo plan tendrá en cuenta las características y necesidades de cada una de las universidades; no todas recibirán lo mismo. Será flexible y se centrará en la calidad y los resultados de cada una", explicó el secretario xeral de Universidades, José Alberto Díez de Castro.

La Xunta y las tres instituciones gallegas constituyeron ayer la comisión de financiación para elaborar conjuntamente el nuevo plan que, según sus previsiones, estará listo en el mes de julio para entrar así en la negociación de los presupuestos de la Xunta para 2011. Por primera vez, el plan de financiación apostará por "la concurrencia competitiva" entre las universidades del Sistema Universitario de Galicia (SUG), "considerando sus particularidades en docencia e investigación". Tanto los representantes del Gobierno gallego como los rectores y vicerrectores, que se reunirán mensualmente para redactar el nuevo documento, están de acuerdo en que exista una parte de la financiación fija, que sería la destinada a cubrir los gastos básicos (incluidas las nóminas), y otra parte flexible y variable que se adjudicaría a cada institución en función de sus resultados. "Estableceremos alrededor de doce indicadores para medir la calidad y el progreso de cada una: el número de empresas creadas, el número de patentes, nivel de investigación, lectura de tesis, transferencia de conocimiento a la sociedad, salida laboral de sus titulados o la reducción de la duración media de la carrera", argumentó Díez de Castro. "En los próximos meses habrá procesos electorales en los rectorados: los candidatos estarán informados. Nosotros apostamos por los contratos programa para fijar objetivos y que entraría en esa parte variable de la financiación. Si no aportas, si no creas empresas de base tecnológica, por ejemplo, tendrás menos fondos", explica el rector de la Universidad de Vigo, Alberto Gago. Para su homólogo de Santiago, Senén Barrro, "la financiación ligada a incentivos dará margen de crecimiento a las universidades".