Las mujeres predominan en las aulas universitarias pero escasean en los despachos de dirección. La tasa de fracaso escolar entre las alumnas es la mitad que entre los varones pero sus nóminas cuando llegan a la edad laboral son un 25,5 por ciento inferiores al salario que perciben los hombres. Xunta y sindicatos reconocen que hubo "avances" en la situación laboral de la mujer pero aún así advierten de que se necesitaría casi un siglo más para alcanzar la igualdad real.

Las gallegas ocupan sólo el seis por ciento de los puestos directivos, un "dato revelador", según la directora xeral de Formación e Colocación, Ana María Díaz, que, en una entrevista concedida a Europa Press, recordaba que el 55 por ciento de los estudiantes universitarios de la comunidad son mujeres.

Eso significa que hay más mujeres tituladas en el mercado laboral que hombres, pero aún así sus salarios son más bajos. Según un estudio de los sindicatos UGT y Comisiones Obreras, la diferencia salarial es de un 25,5 por ciento, una brecha no tan grande como la media estatal que se eleva al 27,7 por ciento, pero sí muy superior a lo que ocurre en Europa, donde las trabajadoras perciben un sueldo un 17,6 por ciento inferior al de los hombres.

"Al ritmo actual se necesitarían ochenta años para corregir las diferencias con los hombres", calcula la secretaria da Muller de CC OO, Mabel Pérez.

La razón de esta brecha salarial está por un lado, en que ocupan puestos de menor categoría y, por otra, en que también optan a los contratos más precarios. Un ejemplo es que la contratación temporal afecta en Galicia más a las mujeres que a los varones. Un 37 por ciento de las trabajadoras tiene un contrato eventual frente a sólo el 17 por ciento de los hombres, según las cifras de los sindicatos.

La crisis económica, sin embargo, no ha entorpecido los avances de la mujer en el mercado laboral ya que, según la Xunta, el empleo femenino ha resistido mejor. Según explicó la directora xeral de Formación, en Galicia el 81 por ciento de las mujeres está empleada en el sector servicios, que ha sido uno de los menos afectados por la crisis.

En el último trimestre de 2009 se alcanzó una "cifra récord" con 611.500 mujeres incorporadas al mercado laboral.