El sector hostelero de Santiago da por hecho que en noviembre también harán el agosto. La visita del Papa a Compostela dará un balón de oxígenos a los cada vez más ahogados hosteleros gallegos. La noticia les hizo olvidar por un momento los datos negativos del sector turístico en el arranque del Año Santo, con un 5% menos de viajeros y una caída de las reservas hoteleras en un 5,6%.

Mal tiempo y crisis. Una combinación nefasta para el turismo. Pero los hosteleros gallegos confían en que la visita del Pontífice a Santiago el próximo 6 de noviembre les permita colgar el cartel de "lleno". Desde Santiago, el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Compostela, José Antonio Liñares, auguró el "efecto secundario potentísimo" que supondrá el viaje del Papa a Galicia, una visita con la que, a su juicio, la ciudad "volverá a ser el centro de todas las miradas".

A la alta ocupación que esperan para los meses de verano o Semana Santa, los hosteleros sumarán ahora la que esperan que se produzca en noviembre —temporada baja— con el viaje de Benedicto XVI.

Liñares calificó de "excelente" el anuncio que , según dijo, causará un "beneficio directo" a la ciudad. El presidente de la Asociación de Hosteleros de Santiago recordó la actitud crítica con la programación para este Xacobeo porque —argumentó— ya fueron testigos de "cierta frustración en la calle" por una promoción que "no fue la más adecuada", en alusión a la exclusión inicial de Santiago de las campañas de publicidad del Año Santo.

Ahora, por el contrario, Liñares consideró que la visita del Papa será "un impulso a un evento extraordinario" y agradeció sus gestiones a todos los implicados. "No hay que escatimar elogios cuando las cosas se hacen bien", celebró.