El huracán mediático de las dietas se gestó en un coche compartido por dos compañeros de partido: los populares Antonio Rodríguez Miranda y José Manuel Baltar, vicepresidente de la Cámara. El PSdeG denunció públicamente que el primero había viajado en el coche de éste cobrando la indemnización prevista por el reglamento del Parlamento: 0,27 euros por cada kilómetro entre Santiago y Allariz, donde el portavoz del PP tiene fijada su residencia. La confesión de Miranda, enfrentado a Baltar en el reciente congreso de los populares ourensanos, generó una avalancha de denuncias entre parlamentarios de diferente color pero con similares prácticas a la hora de acudir a la Cámara,algo visible a las puertas del hemiciclo,si bien en las últimas semanas todos han evitado compartir vehículo. En las filas del PP el propio Agustín Bahamonde,que carece de carné, confesó en la prensa recurrir de forma habitual a los taxis aunque también al vehículo oficial con que cuenta su compañero José Manuel Balseiro, secretario de la Mesa. Paradójicamente ha sido el PSdeG el más dañado tras las denuncias contra Laura Seara, alto cargo ahora del Gobierno de Zapatero, quien esgrimió documentos para justificar el uso habitual del taxi después de que la acusaran de utilizar vehículos oficiales del bipartito. Seara se ha querellado contra el PP: Con el nuevo sistema, aprobado por unanimidad,pretenden poner fin a la polémica