Se pierde "un tiempo enorme" en clase intentando conseguir un mínimo de silencio y una actitud de trabajo. Es imposible reaccionar ante un insulto, por grave que sea, con una sanción inmediata. Al terminar la clase, debe comenzarse un proceso administrativo. La actitud de los alumnos conflictivos y el tiempo que se les dedica perjudica a los que realmente desean aprender. Los profesores han perdido prestigio social (están menos valorados) a lo largo de los años, pese a que sus responsabilidades educativas han aumentado. Es más, se cuestiona habitualmente sus decisiones, por parte de los propios alumnos y de los padres.

Estas son algunas de las conclusiones del sindicato ANPE tras escuchar, vía telefónica, a centenares de profesores preocupados por el día a día en las aulas. Piden consejo profesional ante un problema o conflicto puntual.

En Galicia, según datos de la Administración y la comunidad educativa, las tiranteces entre alumno y profesor son escasas en comparación con otras comunidades autónomas. Los casos de amenazas de estudiantes y padres a los docentes, insultos o actitudes violentas son "excepciones". De hecho, sólo 3 de cada 1.000 alumnos de la comunidad han sido castigados con expedientes disciplinarios por faltas graves. No obstante, casi 500 docentes han pedido ayuda al teléfono del Defensor del Profesor en los últimos tres años (un 30% por dificultades para impartir clase, un 16% por denuncias de los padres y un 9% por acoso y amenaza). La pérdida de valores en la escuela también es motivo de debate en otros países. Gran Bretaña destaca "los malos modales de los padres" en un estudio reciente sobre educación. Para Italia, lo más preocupante es el bulling entre alumos y Francia habla de episodios violentos en las aulas. En Centroeuropa todavía reina el "usted" en las escuelas y en los Países Nórdicos, a la cabeza en éxito escolar, "el modelo es ejemplar".