Caixanova ya ha dibujado el escenario-financiero en el que se moverá en 2010. El Consejo de Administración de la entidad estudió ayer la cuenta de resultados del pasado ejercicio y presentó sus presupuestos para éste. Según sus previsiones, 2010 será un año de beneficios moderados, con los ajustes propios de una situación económica precaria y con un proyecto propio. "Será duro pero soportable y, en todo caso, será mucho más duro para otros", resumía ayer una de las personas presentes en la reunión. Durante el encuentro, el Consejo puso en marcha el proceso de renovación de los órganos de gobierno, cumpliendo la exigencia que impone la nueva ley autonómica de cajas.

En pleno proceso de fusión y alianzas de cajas de ahorro, y con la intención pública de la Xunta de que las dos entidades gallegas se unan en un corto plazo, Caixanova plantea un horizonte inmediato con un proyecto propio. "Los datos que se presentaron hoy [por ayer] y la expectativa de negocio nos permiten afrontar un 2010 sin necesidades agobiantes de buscar novias o alianzas precipitadas", aseguraron fuentes del consejo. En ningún momento de la reunión se trató el asunto de la fusión. "No tenía sentido hacerlo porque el Consejo de Administración ya hizo público en su día el rechazo, y éste mantiene intacto", explican. Tampoco se habló de los resultados de la auditoría privada encargada por el Gobierno gallego que consideraría la unión de Caixanova y Caixa Galicia como "viable y solvente". "No tenía sentido tratar el asunto porque a Caixanova todavía no le ha llegado esa auditoría, sino simplemente la información que se entregó en su día a la prensa", argumentan.

El presupuesto que presentó la entidad de ahorro esboza un ejercicio complicado pero manteniendo "un margen razonable de beneficios".

Por otra parte, la puesta en marcha de la renovación de los órganos de gobierno de Caixanova, con la inmediata comunicación del cese de consejeros, abre la puerta al recurso judicial que ya anunció el alcalde de Vigo, Abel Caballero.

El regidor vigués ya advirtió que en cuanto le llegase la notificación oficial de la reelección de sus representantes en Caixanova con un cupo más reducido, impuesto por la nueva Ley de Cajas, acudiría a los juzgados para denunciar ese nuevo reparto de poder. El propio Partido Popular cifró en 12 o 13 los representantes que tendría a partir de este año la ciudad de Vigo, es decir, entre seis y siete menos de los que dispone actualmente.