"Para cafetería o al salón de actos a ver una peli, pero no podéis estar en los pasillos ni iros". Los alumnos que ayer acudieron a clase en centros públicos de Vigo eran minoría. Pasillos desolados, patios deshabitados y demasiado espacio y tiempo para pasar toda una mañana. Ante la falta de docentes para impartir su materia, ausentes por la huelga general de la enseñanza en Galicia, mataron las horas y el aburrimiento viendo "pelis didácticas", charlas, doble ración de recreo o con actividades físicas en el pabellón.

La única persona obligada a estar en el centro, en cumplimiento de los servicios mínimos, normalmente el director o el jefe de estudios, se encargó de improvisar un programa alternativo para los pocos estudiantes que aparecieron con su mochila habitual. Con ganas de irse, realmente. "Una vez que están no les podemos dejar marchar. Han de cumplir la jornada", manifestaron responsables de dos centros vigueses en plena jornada de relax. En medio de la mañana, una clase de Lengua para un grupo de ocho alumnos. "¡Qué pereza!", comentaban entre ellos estudiantes deseosos de cambiar por un día en el centro por un maratón de wii o de tuiter en sus hogares. Pero, fuese por orden de sus padres o por temor a las faltas en determinados cursos, asistieron a una sesión lectiva ficticia.

Ni el 90% de seguimiento que apuntaron los convocantes ni el 44,7% que comunicó Educación. La incidencia de la huelga en colegios vigueses osciló entre ambos porcentajes. En el IES Alexandre Bóveda, de 71 docentes, 58 secundaron la huelga (un 80% de seguimiento). Y de 700 alumnos, casi el 90% se quedaron en casa. "Creo que los más mayores se organizaron entre ellos para ir a la manifestación de Santiago. El alumnado que vino es el más pequeño, de 1º y 2º de ESO (12-13 años). Muchos padres preguntaron si los niños tenían que venir. Les informamos de que estaban en su derecho y de que el centro estaría abierto. Pero al comprobar que iban a faltar la mayoría de docentes, muchos cambiaron de idea", manifestó el director del Alexandre Bóveda, José Ángel Sueiro.

En el IES A Guía, el 64,8% de los docentes no acudieron al centro (35 profesores de un claustro de 54). Y de 399 estudiantes de ESO, Bachillerato y FP, sólo 58 pasaron la jornada en el colegio. "Somos casi todos del módulo de Comercio Internacional. Acabamos el curso en marzo y si no veníamos nos ponían falta. Tenemos que dar el temario, pero preferíamos no estar aquí, claro", afirmó uno de los alumnos. En la enseñanza concertada hubo clase con normalidad. "Estamos indignados porque no se contó con nosotros en la convocatoria", criticó Olga Amoedo, representante de este colectivo.