Populares y nacionalistas dejaron ayer atada en la comisión parlamentaria la "ley exprés" para cambiar los gobiernos de las cajas en dos meses. Lo hicieron tras introducir correciones mínimas para intentar evitar recursos judiciales que paralicen el proceso. El texto aprobado ayer por PP y BNG con el voto en contra del PSOE fija en 70 años la edad límite para ser miembro de la dirección de las entidades de ahorro, con lo que Julio Gayoso, presidente de Caixanova, quedará excluido.

El dictamen de la nueva ley de cajas mantiene una renovación masiva de los órganos de dirección de las cajas. El 75 por ciento de los integrantes de cada asamblea y de los consejos se cambiará en el plazo de dos meses. Sólo un 25 por ciento continuará en su puesto un año más, pero serán sólo los representantes de los trabajadores y la mitad de los impositores. Esta corrección mínima la introdujeron ayer en el texto de la normativa populares y nacionalistas ante el temor a posibles recursos, ya que existen precedentes de sentencias que declaran inconstitucional que se renueven de golpe los órganos de decisión de las cajas. Además la ley estatal establece que el recambio de las asambleas de las entidades de ahorro debe ser parcial, premisa que no aparecía recogida en el borrador inicial pactado por PP y BNG.

Superado el trámite de comisión parlamentaria, sólo queda pendiente para que entre en vigor de la ley que la reforma sea aprobada por el pleno del Parlamento convocado el próximo martes. Los socialistas no suscribieron el dictamen aprobado ayer que consideran "intervencionista" y "poco democrático". Por el contrario, en el debate se certificó el entendimiento entre PP y BNG para reformar la ley de cajas, ya que ambos partidos concuerdan en la urgencia de aprobar esta regulación de forma inmediata y en cambiar los órganos de gobierno de las cajas en un plazo de dos meses, aunque hasta ayer los nacionalistas defendían que la renovación se hiciese en un año. Cuando se haga, la comunidad autónoma tendrá por primera vez representación en las asambleas, ya que un 20 por ciento de sus miembros serán nombrados por el Parlamento.

El miedo a conflictos jurídicos hizo que el BNG propusiera ayer una enmienda al texto, que finalmente fue apoyada por el PP e incorporada al borrador de ley. "Parece razonable una renovación parcial dentro de las asambleas para dar cumplimiento a algunas sentencias que así lo recomiendan", explicó el portavoz nacionalista, Fernando Blanco. Sin embargo, esta concesión es de mínimos, ya que la Ley sobre Órganos Rectores de las Cajas de Ahorros (Lorca) establece que la renovación de los consejeros generales ha de hacerse "por mitades".

La renovación parcial que proponen PP y BNG no sólo es inferior en número a lo que regula la ley estatal sino que los representantes que conservarán su puesto en las asambleas –impositores y trabajadores– serán precisamente los menos conflictivos en caso de promoverse una fusión de las cajas gallegas.

El PSOE, que siempre defendió una renovación parcial de las asambleas de las entidades de ahorro, votó en contra de la enmienda presentada por el BNG, ya que estaba vinculada a que el relevo en las cajas se hiciese en sólo dos meses, cuando los socialistas defienden un plazo más amplio de un año.

Según el borrador aprobado, los representantes de los clientes de cada entidad de ahorro se renovarán al 50%, y entre los que abandonen su puesto en la asamblea se incluirán ya aquellos que no cumplan con algunos de los requisitos que impone la nueva normativa, como por ejemplo tener más de 70 años. Este límite de edad se mantiene en el dictamen pactado por PP y BNG, aunque los nacionalistas mantendrán su enmienda para reducir el tope a los 65 años, aunque están casi convencidos de que no saldrá adelante.

El Bloque, sin embargo, logró el apoyo del Partido Popular a otra de sus propuestas para que que la representación de los trabajadores en la dirección de las cajas sea proporcional a las candidaturas que se hayan presentado, de tal modo que la minoría también tenga plaza.

Pedro Puy desmiente al Bloque y sostiene que el texto es "consensuado"

Aunque el BNG presume de que la ley de cajas de ahorro que se aprobará en el Parlamento es la suya, el diputado del PP Pedro Puy empezó ayer su intervención en comisión parlamentaria haciendo un relatorio de todas las aportaciones que hizo su grupo parlamentario para "consensuar" la normativa. "Hubo un consenso en gran escala", defendió.

Para los socialistas, sin embargo, el borrador que se aprobó en comisión parlamentaria se parece "poco" al proyecto inicial presentado por el Bloque, lo que llevó al diputado del PSdeG, Xaquín Fernández Leiceaga, a concluir que "se han impuesto las tesis del PP". Como ejemplo argumentó que se había suavizado la exigencia de que toda la documentación de las cajas fuese en gallego, se eliminaron las referencias al FROB y se descartó el límite propuesto por el Bloque de jubilar a los consejeros de las cajas a los 65 años.

"Difícilmente puede decirse que es una ley impuesta por el PP, es un texto consensuado por dos partidos, tras el desmarque del PSdeG", criticó Pedro Puy. Este parlamentario acusó a los socialistas de "cambiar de postura" y de salirse del consenso. "Nosotros mantenemos voluntad de acuerdo hasta el final", declaró el parlamentario popular.