A la crisis le han puesto muchísimos apellidos con la intención de explicar qué hay detrás de tantos números rojos. El del batacazo financiero como supuesto origen junto con el pinchazo inmobiliario. El dinero ha dejado de circular en el mercado, pero eso no quiere decir que no lo haya, independientemente de cómo esté repartido. De ahí que en la recesión tenga también mucho que ver la falta de confianza del consumidor y su contención en el gasto. La mejor prueba son los casi 3.800 millones de euros que en un año, hasta el cierre del primer semestre, se guardaron en depósitos de bancos y cajas de ahorros en Galicia. El volumen en cuentas creció un 7,8%, el tercer mayor porcentaje registrado entre las comunidades de toda España en pleno vendaval económico.

Entre depósitos a la vista, cuentas de ahorro y a plazos, los gallegos acumulaban el pasado junio unos 52.000 millones de euros, un 4,2% de todo el negocio español, que asciende a 1,22 billones de euros, según los últimos datos del Banco de España. En el conjunto del estado, los ahorros crecieron un 6,3%.

Junto con Galicia, por encima de ese techo se movieron los ahorros en Cataluña, con un incremento anual del 8,7%, hasta los 200.000 millones; en Aragón, donde experimentaron un alza del 7,8% y un acumulado de 77.400; La Rioja, un 7,7% y un total de 8.000 millones de euros; Madrid, con un aumento del 7,1% y 374.800 millones en depósitos; Castilla y León, con un 6,6% y un negocio de 62.800 millones; Y, finalmente, Cantabria, hasta los 11.500 millones tras crecer un 6,4%.

Tan normal en tiempos de crisis es, según los expertos, que los ahorros crezcan por los temores del consumidor a que venga todavía un periodo peor, como que el dinero en depósitos caiga en picado para hacer frente a los gastos corrientes que ya no pueden cubrirse con los sueldos. ¿Depende también del carácter de la población? Jesús Garriga, delegado en Galicia de la Asociación de Usuarios de Banca (Ausbanc) defiende que sí. Y no le extraña que la comunidad esté entre las que registraron un aumento más elevado. "Los niveles de ahorro en Galicia son altísimos y están relacionados con nuestras raíces", asegura. A la emigración. "Los emigrantes gallegos fueron capaces de hacer muchas cosas precisamente por la cultura que tenían del dinero –añade Garriga–. Sabían lo que era no tener nada".

Pero, ¿cómo puede crecer el ahorro si la caída de ingresos, especialmente ante el disparado incremento del desempleo y el freno de las subidas salariales, es generalizada? Los economistas recuerdan que en situaciones así, de crisis, las familias tienden a aplazar las grandes compras y cerrar el bolsillo, con la única excepción de los productos de primera necesidad. El mejor ejemplo es el impacto que el difícil panorama económico ha tenido en el mercado automovilístico, el de la vivienda o el comercio en general. De hecho, el alza de 3.790 millones de euros entre el total de cuentas de ahorros en Galicia –15.000 millones en Pontevedra, 21.000 en A Coruña y algo más de 6.600 en Ourense y Lugo–, aún siendo una cantidad muy relevante, representa una cifra muy por debajo de los 5.319 millones que se depositaron durante todo 2007 en pleno auge de la actividad o los 5.117 millones de 2008, cuando la crisis todavía no se notaba con tanta fuerza. Pero el ahorro de momento en Galicia no deja de crecer y alcanza ya el mayor nivel de la última década.

Al igual que los azotes de la crisis, más fuertes en algunas zonas que otras, la evolución de los depósitos no es la misma en el resto del Estado. Más allá de las ocho comunidades que lograron aumentos superiores a la media nacional, hay otras nueve autonomías y las ciudades de Ceuta y Melilla, con incrementos mucho más discretos. Especialmente en el caso de Murcia y Andalucía, dos de las regiones, por su estrecha vinculación al mercado inmobiliario, que experimentaron un aumento de sólo el 0,9% y el 0,2%, respectivamente.