El titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Alcorcón, Alejandro José Galán Rodríguez, no le encuentra ninguna "utilidad" a la lengua gallega. Así lo expresa en un sentencia del 14 de noviembre de 2008 en un proceso por la custodia de las dos hijas de un matrimonio separado, en la que además señala como motivo de "desarraigo escolar" el que los niños estudien en Galicia debido al uso del gallego en la educación.

Entre las razones que argumenta para impedir que la madre, natural de Vigo, vuelva a su ciudad natal con sus dos hijas tras haber vivido 18 años en Alcorcón (Madrid) con su ahora ex marido, el juez apela al "desarraigo social y vivencial" de los menores, así como a las dificultades del padre para desplazarse a Vigo con el objeto de seguir el régimen de visitas. Pero también habla de "desarraigo escolar" por tener que abandonar el colegio de Alcorcón y matricularse en centros públicos de Vigo.

Y es aquí cuando el juez carga contra el gallego, al considerar lesivo para las menores el ingresar en colegios público de Vigo, "con inmersión en un sistema escolar en lengua gallega". Pero no se queda ahí, sino que sigue con su particular opinión sobre el gallego: "Es una lengua distinta a la que han sido escolarizadas hasta ahora, que más allá del ámbito de aquella comunidad autónoma, no se aprecia que tenga ninguna utilidad práctica".

El matrimonio, ella de Vigo y él de Madrid –aunque de ascendencia gallega–, se separó en 2006 e inicialmente la custodia de las dos hijas era compartida. Pero la cosa no funcionó y la madre reclamó la custodia plena, que un juzgado se la concedió, por lo que regresó a Vigo en 2008 en una decisión en la que también pesaron razones de tipo personal y familiar. Pero el padre recurrió el fallo y el auto, firmado por el juez Alejandro José Galán en noviembre de ese año, ordenó el regreso a Madrid de la madre viguesa y de sus dos hijas si no quería perder su custodia, alegado entre otras razones, el desarraigo que supondría para las menores el tener que estudiar en gallego.

La madre vivió en Alarcón hasta junio de este año, mes en el que volvió de nuevo a Vigo, ciudad donde reside actualmente, exponiéndose a perder la custodia. La razón por la que ahora dieron a conocer el auto, un año después de su publicación, obedece al intento de agilizar la resolución del conflicto. Su difusión corrió a cargo de Manuel López, hermano de la madre viguesa y portavoz familiar, y del diputado del Bloque Bieito Lobeira, quienes denunciaron el "calvario" al que se somete a la familia por querer vivir en Galicia.

Manuel López aseguró que las niñas están perfectamente integradas en Vigo, donde además pasaban las vacaciones de verano todos los años, y que no tuvieron nunca problemas con el gallego. Añadió que la pequeña empieza a hablarlo y que sacó un 8,5 en la asignatura, mientras que la mayor no tendrá problemas en la selectividad por poder acogerse a la exención gallego.

Bieito Lobeira denunció un claro caso de "racismo lingüístico" y de "xenofobia" por el mero hecho de "vivir en Galicia" y advirtió de que estos argumentos pueden "sentar jurisprudencia" en el futuro y cualquier padre separado de Galicia, Cataluña o País Vasco que viva en Madrid podría perder la custodia si regresara a su tierra.