Margie recibe clases en casa de un robot, con contenidos adaptados para ella, pero echa de menos las escuelas de antes. "Asistían todos los chicos del vecindario, se reían y gritaban en el patio, se sentaban juntos en el aula, regresaban a casa juntos al final del día. Aprendían las mismas cosas, así que podían ayudarse con los deberes y hablar de ellos".

Asimov, autor del cuento, creyó que habría que esperar a 2157 para que existiese este tipo de formación, pero hoy en día, gracias a institutos como el IES San Clemente, en Santiago, la teleenseñanza es ya una realidad y, además, está llena de ventajas. Al contrario que Margie, ninguno de los más de 2.300 matriculados de toda Galicia –y subiendo– en la única oferta que existe en la comunidad de Bachillerato a distancia, siente nostalgia de ese pasado presencial.

¿Por qué? "Porque es la solución más flexible que tiene el sistema educativo en Galicia", argumenta Rafael Vázquez, vicedirector del IES San Clemente. No le faltan argumentos: se pueden cursar sólo las asignaturas suspensas, existe la opción de matricularse desde una a todas las materias y las "clases" están abiertas 24 horas durante todos los días del año. Por si fueran pocas razones, Vázquez añade: "Además, aunque la matrícula oficial es hasta finales de octubre, si por ejemplo se va alguien al paro en mayo, puede matricularse entonces para no perder esos meses hasta el siguiente curso".

Y todavía más: la matrícula es gratuita y no hay que hacer números para comprar libros y llegar a fin de mes. Todo el material está disponible en la web a través de la que el alumno accede a las clases grabadas, consulta dudas con sus tutores por medio del correo electrónico, el foro o el chat, y realiza ejercicios que puede autoevaluar él mismo. En resumen: estudiar a través de internet cuándo y cómo uno quiera.

La prueba de que la oferta resulta atractiva es que más de 3.000 gallegos obtuvieron ya su título oficial a través de esta plataforma educativa y que el porcentaje de inscritos supone ya el 10% de todo el Bachillerato de Galicia.

"El sistema educativo antiguo es rígido. La gente quiere seguir formándose y hay que darle esa opción. Nosotros cubrimos ese hueco; somos flexibles. No puedes tener el centro abierto a las cuatro de la mañana, pero sí internet, y no hay ningún día del año en que a las cinco de la mañana no haya una consulta en la web", explica el vicedirector de este instituto que atrae a alumnos de toda Galicia, pero sobre todo de Vigo y Pontevedra –que aportan más de la mitad del total de los estudiantes–.

Aunque hay casos de gente de 50 o 60 años, en su mayoría, aclara Vázquez, tienen entre 20 y 35. "Son personas que dejaron de estudiar porque pillaron el boom económico y se pusieron a trabajar y en un momento de su vida quieren retomar su formación para poder hacer un ciclo de Formación Profesional para el que necesitan el título", añade.

El San Clemente, además, cuenta con el privilegio de poder emitir títulos en cualquiera de los cuatro bachilleratos oficiales que existen, aunque los más habituales son Ciencias y Humanidades. Además, desde este año, un alumno que curse estudios en el IES Valle-Inclán de Vigo, por ejemplo, puede estudiar aquí una optativa a distancia al mismo tiempo.