La Fiscalía gallega se propone sentar en el banquillo a todos los conductores temerarios. Año y medio después de la entrada en vigor del Código Penal en materia de Tráfico (con más de 120.000 procedimientos penales abiertos en España por delitos contra la seguridad vial), el fiscal superior de Galicia, Carlos Varela, anunció ayer la elaboración de un protocolo de actuación en la comunidad para perseguir las conductas temerarias al volante y, así, evitar la "impunidad" en la que se mueven cientos de conductores. En algunos casos, por el hecho de que, salvo autorización judicial, los agentes no pueden realizar una prueba de alcoholemia a los conductores en el momento del accidente porque tienen que ser trasladados al hospital.

Por este motivo, Varela pretende unificar los criterios de actuación en los casos de conducción temeraria y, en especial, en aquellos siniestros en los que no es posible practicar el test de alcoholemia al conductor tras sufrir un accidente.

La solución, según apunta el fiscal superior, pasa por extender a todos los hospitales gallegos lo que ahora se hace de forma excepcional en Santiago: que el personal sanitario practique análisis de sangre a los conductores accidentados para comprobar su nivel de alcohol en sangre. Un método que ya se aplica en Asturias y, de manera excepcional en Galicia, en Santiago.

"Todavía son muchos los delitos que quedan en la sombra de la impunidad", advirtió el fiscal coordinador de la Sala del Tribunal Supremo en materia de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas. La práctica totalidad de las condenas por delitos contra la Seguridad Vial son por conducir sin permiso o por superar la tasa de alcohol. Sin embargo, en el caso de la conducción temeraria "hay un escaso reflejo" en los procedimientos penales abiertos. Con el objetivo de evitar que estas conductas temerarias en la carretera acaben en juicio o falta, Vargas apostó por "aplicar la ley" para que "todos los conductores temerarios pasen por los tribunales" y añadió: "se corre el riesgo de que haya conductores que queden impunes por no poder realizarles en el momento la prueba de alcoholemia".