Galicia perdería unos 1.500 empleos y unas 200 oficinas bancarias en caso de una eventual fusión de las cajas de ahorros, según advirtió ayer la Confederación Intersindical Galega (CIG) tras la elaboración de un informe sobre recursos humanos y actividad en las dos entidades. Este sindicato hizo ayer pública su oposición a cualquier hipotética iniciativa en este sentido.

El portavoz de asuntos bancarios de CIG, Clodomiro Montero, indicó en una conferencia de prensa que su sindicato es "contrario a una fusión" de las entidades financieras y se muestra todavía más reacio en caso de que una caja de ahorros de fuera de Galicia pretenda hacerse con el control de una entidad de esta comunidad autónoma.

Caixa Galicia y Caixanova disponían a finales de marzo de 446 y 373 oficinas en Galicia, de acuerdo con el estudio de la CIG. Las dos entidades, que cuentan además con oficinas en diversos puntos de España y otros países de Europa, América y Asia, emplean en total a unas 7.000 personas. En este sentido, fuentes del sindicato indicaron que una fusión podría repercutir en la pérdida de 700 empleos en las sedes de ambas empresas y la desaparición de otros 800 derivados del cierre de varias oficinas en Galicia, sin tener en cuenta la repercusión en otros lugares.

"En Galicia coinciden en la misma localización más de 400 oficinas de las dos entidades. De estas, CIG-Banca estima que podrían cerrar 240 (62 en Pontevedra, 70 en Ourense, 59 en A Coruña y 16 en Lugo) a las que habría que añadir las oficinas propias de los servicios centrales territoriales. En total se generaría un excedente de personal de 817 trabajadores", concreta el informe sindical. "A estas cifras habría que sumar las pérdidas de los Servicios Centrales, que en la actualidad ocupan a unas 1.600 personas, especialmente en las ciudades de Vigo y A Coruña, que la Federación de Banca estima en un 40%, dejando fuera al personal de empresas auxiliares como CXG o CISER. En total, unos 680 empleos menos", según el informe sindical.

Como posibles salidas a este "excedente" de empleados, Montero se refirió a una "reconversión blanda" centrada en un proceso de prejubilaciones: el resultado indica que la fusión sería un proceso menos traumático en las provincias de Lugo y A Coruña, aunque en ningún caso las prejubilaciones anticipadas darían cobertura a todo el personal "sobrante". Poniendo como ejemplo a Reino Unido, Francia o Italia, Montero comentó que las necesidades de financiación "se están aprovechando para acortar el camino hacia la desaparición de las cajas de ahorros". "En esos países hubo un proceso inicial de concentración y fusión para su posterior privatización", añadió Montero.

Antecedentes

"Las entidades públicas o bajo control son necesarias en un país. Si nos centramos en aquellos estados en los que el sistema financiero es puramente privado vemos que son, por naturaleza, en los que se origina la crisis financiera", explicó Clodomiro Montero como argumento a su teoría de que el proceso de fusión perjudicaría a la economía gallega.

Según el estudio publicado por CIG, las entidades gallegas llevaron a cabo una estrategia de "expansión" consistente en el establecimiento de oficinas tanto en Galicia como en otros lugares de manera "desmedida y mal calculada", lo que constituye uno de los factores principales que han contribuido a dificultar su gestión.